En un nuevo aniversario del fallecimiento del Gral. José de San Martin, el padre de la patria, es importante destacar su pensamiento político más allá de su genio militar.
La historia tradicional destaca su triunfo en San Lorenzo como hito fundamental, sin destacar su pensamiento latinoamericanista y su proyecto de construir la patria grande junto a Bolívar.
Efectivamente el combate de San Lorenzo es el bautismo de fuego del regimiento de Granaderos a Caballo por el fundado, pero no deja de ser una escaramuza menor, sin significancia estratégica en la guerra por la independencia.
Su talento militar brilló en el plan continental de liberar Chile cruzando la cordillera de los andes y llegar al corazón del poder realista español en Lima, Perú por vía marítima.
Para ello contó con el apoyo del Gral. Martín Güemes, que impidió el ingreso realista desde el alto Perú y con muy pocos recursos enviados por el Director Supremo desde Bs As.
Como gobernador de cuyo impulsó la protección de la incipiente industria artesanal loca, e integró a Tribus Nativas, mulatos, negros y mestizos a su proyecto de liberación nacional.
Forjador e impulsador de la declaración de independencia el 9 de julio de 1816, defensor de la integración latinoamericana y de caudillos como el oriental Artigas, nunca empuñó sus armas contra sus propios hermanos.
Atacado por Rivadavia y el centralismo porteño debió exiliarse en Francia hasta su muerte en 1850.
San MartÍn, padre de la patria, fue traicionado por la burguesía mercantil porteña, la que históricamente gobernó el país, en contra de las mayorías populares y de la emancipación latinoamericana.
