Una sonrisa hermosa hace que una persona se sienta más segura y confiada. La sonrisa puede ser un factor diferencial para el éxito personal y profesional. Si bien lo externo no es lo que identifica a una persona, la sociedad se mueve frente a las diferentes modas de estación. Con respecto a la sonrisa la moda actual se resume en dos palabras simetría y blanco. Para lograr estas dos premisas el profesional tiene varios tratamientos, que previo a un correcto diagnóstico decidirá cual es el mejor para el paciente. En esta nota vamos a desarrollar brevemente los tratamientos de blanqueamiento.
Existen dos clases de tratamiento profesional o ambulatorio. El profesional se lleva a cabo en el consultorio con altas concentraciones del agente blanqueador (peróxido de hidrogeno). Por otro lado el tratamiento ambulatorio lo realiza el paciente en su casa, utilizando cubetas confeccionadas por el odontólogo para aplicarse el gel blanqueador a baja concentración, durante dos horas aprox. por 7 o 14 días según la indicación del profesional.
El gel blanqueador penetra en el esmalte de los dientes, eliminando las moléculas de pigmento a través de una reacción química.
Ambos tratamientos son seguros si se utilizan productos aprobados por las autoridades de salud bajo supervisión del odontólogo. En ocasiones pueden llevarse a cabo estas alternativas en simultáneo para lograr resultados eficaces en menor tiempo.
Hay que tener en cuenta que todos los blanqueamientos no actúan de la misma manera en todos los pacientes. Solo actúa sobre dientes naturales, no sobre prótesis o cualquier otro tipo de restauración, la cual debe ser remplazada una vez que se obtenga el nuevo color mediante el blanqueamiento. Con correctos cuidados de higiene bucal, es posible conservar el color obtenido en el tiempo, la higiene bucal es la herramienta para que este y cualquier otro tratamiento odontológico tenga éxito a largo plazo.
