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» Este artículo corresponde a la Edición del miércoles, 10/dic/2014 de La Auténtica Defensa.

Ascendió al Nacional "B":
Villa Dálmine le agregó otra página gloriosa a su historia




Le ganó 2-0 a Tristán Suárez como visitante, dio vuelta la final del Reducido y jugará el próximo año en el Nacional "B". ¡Salud, campeón! ¡Salud, Violeta!

Lloran. Esos hombres que fueron guerreros, que se plantaron como gladiadores ante la adversidad, lloran. Lloran como niños. Emocionados, envueltos en abrazos, de frente a un puñado de locos que también llora, que también delira sin entender. Se miran todos, no parecen creerlo, casi que se pellizcan. Gritan, se desahogan y se vuelven a abrazar. Una y otra vez.

Miles de personas los observan, ellos tampoco pueden creerlo. Tenían preparada una fiesta: fueron a ver la consagracón de Tristán Suárez, su equipo, el equipo que gastó una fortuna para conformar su plantel, el equipo que se codea con el poder, el que llegaba en ventaja, el que no podía perder. El que perdió.

El que perdió a manos de esos hombres que fueron guerreros y que ahora lloran como niños enfundados en sus camisetas Violetas. Ahí está señores, en esa esquina del estadio 20 de Octubre ese es e! "Glorioso Dalminé".

Llora incrédulo Renso Pérez, el que no faltó ni a un minuto. Llora emocionado Javier Rossi, el "Bicho", el goleador. El rostro de Jorge Demaio es un llanto desconsolado. Las lágrimas alcanzan también a Diego Greceo, mientras Carlos Kletnicki se arrodilla de cara al cielo y Matías Valdez infla el pecho y muestra una sonrisa que no puede ser la de alguien que batalló 90 minutos infartantes, soportando el dolor de una molestia muscular que se le agravó a la mitad del encuentro.

Y por ahí anda el "padre de la criatura", Sergio Rondina, ese entrenador al que le endilgaban quedarse sin fuerzas en el final. El que nunca había podido festejar un ascenso como DT en sus ocho clubes anteriores. El que aho­ra llora como los niños hombres que condujo hasta ese lugar.

Se llora también en los palcos de prensa. Se llora frente alas televisores en Campana Se llora también escuchando la radio, o de frente a una computadora. Se llora de alegría, se llora de emoción: ¡Villa Dálmine es Nacional, señores! ¡Villa Dálmine vuelve al Nacional "B", carajo!

Qué grande que fue este equipo. Hizo un campañón de principio a fin, frente a clubes con más historia, mejores presupuestos y más figuras. Nada lo amilanó. Dio pelea hasta la última fecha y cuando parecía que se quedaba sin nada, vio en el Reducido una posibilidad que no podía dejar escapar. Y se aferró a ella como a la esperanza. Ni siquiera importó ese paso en falso en el partido de ida de la final. El 1-0 que se llevó Tristán Suárez de Campana regó de confianza a las hues­tes de Ricardo Caruso Lombardi y le dejó la san­gre en el ojo al plantel Violeta. Y mientras unos prepararon una fiesta, en Villa Dálmine se planificó una batalla.

Mérito de Rondina tarnbién. Supo darles el contexto a sus Jugadores. Los motivó con carteles contundentes en el vestuario. Y les marcó un planteamiento táctico que se ejecuto a la pertección. Porque el Violeta no fue a pelear a Suarez: fue a jugar, a plantar bandera, a decir "acá estoy yo". Jugó la final como se juegan las finales. y encima golpeó en momentos indicados. Porque cuando todavía no iba media hora de Juego, el "Bicho" Rossi no perdonó en la primera que tuvo para que, en el descanso, las dudas estuvieran en el vestuario local. Y porque Cérica sintió esas dudas y no dudó: zapatazo de 30 metros y a festejar.

El resto es historia conocida. Un final infartante en el que Suárez pudo haber alcanzado el descuento Y los penales y en el que Villa Dálmine pudo haber cerrado su ascenso con una goleada. Pero no. Había que sufrir. Y se sufrió. Y se sufrió tanto que se festejó el doble. Quizás el triple o el cuádruple. Quién sabe, qué importa, valía la pena. La ciudad inflaba orgullosa el pecho por "el equipo de la ciudad". Sí señores: Villa Dálmine, el "Glorioso Dálmlné", lo había hecho otra vez.

Síntesis del partido

Tristán Suárez (0):

Darío Capogrosso; Matías Molina, Ezequiel Vicente, Darío Cajaravilla, Facundo Talín; Gastón Bottina, Daniel Imperiale, Marcos Brítez Ojeda, Elvio Fredrich; Matías Orieta y Facundo Diz.

DT: Ricardo Caruso Lombardi.

Suplentes: Mauro Beltramella, Ezequiel Rodríguez, Cristian Trombetta, Nicolás Igartúa, Fernando Luna, Mathias Saavedra y Alejandro Quintana.

Villa Dálmine (2):

Carlos Kletnicki; Juan Celaya, Matías Valdez, Rubén Zamponi, Jorge Demaio; Diego Núñez, Horacio Falcón, Mauro Frattini, Renso Pérez; Javier Rossi y Ezequiel Cérica.

DT: Sergio Rondina.

Suplentes: Pedro Fernández, Carlos Fernández, Diego Grecco, Juan Ferrelra, Gabriel Sanabria, Nicolás Stefanelli y Esteban Pereyra.

Goles: PT 27m Javier Rossi (VD). ST 8m Ezequiel Cérica (VD).

Cambios: ST Luna x Orieta (TS): 10m Grecco x Frattini (VD) y Saavedra x Brítez Ojeda (TS); 18m Quintana x Friedrieh (TS);

19m Pereyra x Cérica (VD). 35m Ferreira x Núñez (VD).

Amonestados: Talín, Saavedra y Bonina (TS); Céríca y Fereira (VD).

Cancha: Tristán Suárez.

Árbitro: Carlos Stoklas.

El NOVENO ASCENSO: Para Villa Dálmine fue el noveno ascenso que consigue en los torneos de AFA en sus 57 años de vida. Los anteriores fueron en 1961, 1963, 1975, 1982, 1986, 1989, 1996 y 2012.


 Los jugadores y el cuerpo técnico, fueron recibidos como "héroes", al arribo a su estadio, donde se dió rienda suelta a los festejos.


SUPLEMENTO ESPECIAL IMPRESO: TODO "VIOLETA", DE 8 PAGINAS.


IMAGEN DEL DORSO DEL SUPLEMENTO ESPECIAL IMPRESO.


Imagen publicada por La Auténtica Defensa en su página de Facebook, minutos después de ganar el violeta.

 
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