Gaucho idealista, lleno de espiritualidad, pasión de la viuda Estrella y consuelo de los dolientes
En la Corrientes del siglo XIX fue condenado por desertor. Habiendo ya participado de la guerra de laTriple Alianza, cuando la lucha entre autonomistas y federales arreciaba, él dijo no. No derramaría sangre de hermanos. Algunos dicen que el comisario de Pay Ubre, que le arrastraba el ala a la viudita, se la juró. Otros, que matarlo fue un arreglo entre soldados. El caso es que Antonio Mamerto Gil de Nuñez, alias el Gauchito Gil, antes de que lo degollaran le dijo al verdugo: _ Ya que vas a derramar sangre de un inocente, rezá por mí para que tu hijo se cure.
Es sabido que la sangre de los inocentes es redentora. Y así fue: el hijo del comisario, que sufría una enfermedad terminal, se curó. El primer milagro entre cientos de miles que vendrían.
Su día es el ocho de enero. Su santuario, a ocho kilómetros de la capital de Corrientes. Todo eso ocurrió en 1878. El ocho, número de la Virgen del Infinito y de la eternidad.