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El gobierno nacional convocó a inversores privados de todo el país y el mundo para que realicen ofertas a fin de entregarles distintas concesiones para producir energía limpia. Esto es, energía eléctrica generada de una forma no convencional, distinta a la que hoy emplean las empresas generadoras en base al consumo de combustibles fósiles.
La respuesta fue tan exitosa que sorprendió a los funcionarios del ministerio de energía, encabezado por el Ministro Juan José Aranguren.
El estado puso a disposición de los inversores la posibilidad de producir 1.000 megavatios de potencia, en distintos proyectos para todo el país. Sin embargo, ayer, durante la apertura de sobres de la licitación, se presentaron ofertas por 6.366 megavatios, seis veces más de lo que solicitó el gobierno.
Esto quiere decir que existe un gran interés de empresas de todo el país y el mundo para invertir en la producción de energía alternativa y limpias.
En ese mapa de producción aparece la provincia de Jujuy con un rol protagónico. Tal es así, que el ministro Aranguren le reconoció públicamente al gobernador Gerardo Morales, presente durante el acto de apertura de sobres, la condición de pionero en la materia entre las provincias.
De los 1.000 megavatios que el gobierno planea producir en todo el país, 300 van a producirse en base a energía solar, seguramente radicados en el norte argentino.
Lo que ocurrió ayer en el ministerio de energía fue un paso importante, aunque no definitivo. El próximo 3 de octubre el tribunal encargado de evaluar las ofertas deberá calificar técnicamente cuáles son las mejores ofertas y definir cuáles están en condiciones de pasar a la etapa de financiación e implementación.
Pasada esta instancia, los mejores proyectos deberán demostrar que tienen también los mejores precios para los usuarios. Es decir, a la eficiencia técnica deberán agregarle buenos precios para que la gente los pueda consumir y pagar sus boletas de energía como lo hace hoy. Esta instancia se dará el próximo 7 de octubre.
Los funcionarios de energía estiman que, ante la cantidad de empresas interesadas en producir, es probable que los precios para el usuario sean menores a los que hoy se pagan.
De esta forma, la energía alternativa multiplica sus beneficios. Generaría nuevos proyectos de inversión para las economías regionales, reduce los efectos de la contaminación y en la medida en que su producción sea eficiente, podría derivar en boletas de luz más baratas para los usuarios.
El gobierno calcula que las inversiones para los 1.000 megavatios representarán aproximadamente 5 mil puestos de trabajo.
