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» Este artículo corresponde a la Edición del domingo, 16/oct/2016 de La Auténtica Defensa.

2ª parte:
Decile basta al perfeccionismo
Por Lic. Lucila Barbero de Bermúdez




"Al fin de cuentas tu eres la única muralla, si no te saltas, nunca darás un solo paso"

L.A. Spinetta

Es preferible HECHO que PERFECTO. Te confieso que tengo mi veta perfeccionista y me gustan las cosas en orden, prolijas, bien hechas. Me gusta hacer todo lo mejor que puedo, pero hacerlo, darlo por terminado. Esa es la diferencia. Al perfeccionista nunca le parece que está bien lo que está haciendo, entonces no publica, no actúa, no invita a nadie a su casa, y muchas veces, si es jefe, le aplica el perfeccionismo a sus empleados, siempre espera más, le cuesta delegar, nunca reconoce el esfuerzo de los demás, etc. El perfeccionista sufre y también hace sufrir.

Si te sentís identificado con estas conductas, hay algunas cosas que podés hacer. Por ejemplo:

1. CAMBIAR TUS CREENCIAS: "Si no hago todo bien, soy un desastre", "Si no lo hago perfecto no van a quererme", "no le puedo mostrar mis errores a los demás". Ese tipo de pensamientos solo están en tu mente y no son ciertos. Estaría bueno que reflexiones a ver de dónde los sacaste.

2. SEPARAR LOS RESULTADOS DE TU PERSONA. No permitas que tus fracasos, tus éxitos o tus problemas te definan. Vos sos mucho más que eso.

3. PREGUNTARTE "¿para qué necesito que esté perfecto?". La mayoría de las veces te darás cuenta de que no vale la pena exigirte tanto.

4. APRENDER A RELAJARTE, a decirle Basta!! a tu mente que te domina, y a desafiarte: ¿qué pasaría si no lo hago perfecto? Generalmente… nada.

5. APRENDER A IDENTIFICAR la vocecita interior que te picotea con que tenés que seguir intentando hacerlo todo perfecto. Reíte de ella, ridiculizala en tu mente.

6. PONER PLAZOS, fechas concretas para entregar tus trabajos. Ojo, que muchas veces el perfeccionismo está relacionado con la postergación.

7. ESTABLECER PRIORIDADES y tenerlas presentes para ser coherente. Por ejemplo, si tu prioridad hoy es ir al gimnasio por tu salud, dejá de seguir corrigiendo ese trabajo y andate ya.

8. ENCONTRAR TU EQUILIBRIO. Que te permitas ir a caminar media hora, no quiere decir que te vas a pasar para el lado de la vagancia. Eso no va a ocurrir. Entendé que si estás despejado, vas a poder hacer las cosas mejor.

9. VALORAR LO QUE VAYAS LOGRANDO. Paso a paso, permitite apreciar tus resultados imperfectos. Los japoneses usan el término Wabi Sabi, que hace referencia a la belleza de lo imperfecto, defectuoso o inacabado. Puede serte de una gran inspiración entender ese concepto.

10. SER FLEXIBLE Y REALISTA, te permitirá tener expectativas razonables, considerando tus verdaderas capacidades y circunstancias personales, tu entorno, etc. Recordá que vivís hoy y que es mejor aceptar y valorar el presente que vivir lamentándote del pasado o esperando un futuro perfecto.

Si necesitás relajarte, te propongo hacer el ejercicio de mi CD "Relajación Profunda". Conseguilo en Librería Byblos, Varela (ex Rivadavia) 493, o en Disquería Imagina, Varela 547.

¡Siempre por tu bienestar!

Lucila Barbero de Bermúdez - Coach Ontológico Profesional y Master Practitioner en PNL esp. en Educación



 
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