La rinitis (inflamación de la mucosa nasal) alérgica es un desorden heterogéneo, de alta prevalencia en esta zona de nuestro país, pero aún subdiagnosticada. Es una de las principales enfermedades crónicas y afecta sustancialmente la calidad de vida de los pacientes.
La nariz constituye la parte superior del aparato respiratorio y es la que establece un contacto inicial con el alérgeno del ambiente exterior. Existe una estrecha relación entre la afección de la vía aérea superior e inferior. Del 20 al 40 % de los pacientes con rinitis sufren de asma, mientras que del 30 al 50 % de los asmáticos padecen rinitis.
Los síntomas característicos son: estornudos, prurito nasal, secreción mucosa y congestión (obstrucción) nasal. Estos síntomas se pueden presentar de forma intermitente o estacional (en otoño y primavera por variaciones de los aeroalergenos, como pólenes y hongos); o bien manifestarse de forma persistente o perenne (todo el año debido a los ácaros, descamaciones del epitelio de los animales, cucarachas y hongos). A su vez estos síntomas pueden clasificarse en leves, moderados y severos de acuerdo a cuanto afectan la calidad de vida del paciente y la necesidad de tratamiento.
Nuestro papel como otorrinolaringolos es realizar un buen análisis de la anatomía y mucosa nasal. Habitualmente usamos la endoscopía nasal en consultorio, asociado a la tomografía de macizo craneofacial para evaluar los senos paranasles. Es importante el trabajo en equipo con otras especialidades (alergología, neumonología, dermatología,etc) para llegar a un mejor diagnóstico y un adecuado tratamiento para cada paciente.
La sinusitis o inflamación de la mucosa que reviste las cavidades paranasles es una patología de menor incidencia pero mayor riesgo para la salud del paciente. La historia generalmente comienza con la inflamación causada por la alergia y o una infección viral, las que conducen a la obstrucción, la acumulación de líquidos, la infección bacteriana secundaria y la enfermedad aguda o crónica dependiendo del tiempo de evolución.
A los síntomas de la rinitis se agregan: presión facial, alteraciones del gusto y olfato, cambios en la característica del moco (por sobreinfección bacteriana), tos, y cefalea con menor frecuencia.
El tratamiento de la rinosinusitis aguda es habitualmente médico pero en las sinusitis crónicas muchas veces se requiere tratamiento quirúrgico. La inflamación crónica de las mucosas puede generar obstrucción persistente de los drenajes sinusales, pólipos e hipertrofia de cornetes que requieran nuestra intervención quirúrgica.
Siempre es recomendable la consulta temprana para evitar la cronicidad y secuelas que requieran la intervención quirúrgica. Invitamos a los pacientes con dudas al respecto a participar a las jornadas de alergia a realizarse en Serenare.
Dr. Gabriel Miravé - Médico Otorrinolaringólogo especialista en Rinología y Rinoplastia. M.N. 101992 (Hospital de Clínicas Hospital Universitario Austral)
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