Sucedió ayer pasadas las 19, en plena Av. Rocca, que tuvo que ser cortada al tránsito por casi una hora.
"Me encerró. No llamen a mi mamá. Me va a matar" decía la conductora de una Gillera Underbone blanca, mientras era asistida por personal de Bomberos Volundarios y recibía las primeras curaciones en uno de sus pies que sangraba profusamente.
Aparentemente, la cosa no pasó a mayores y la menor sólo tenía un corte superficial, mientras que el conductor de la Honda Tornado negra, apenas tenía un rasguño en una de sus piernas: "Yo venía bien, por la derecha, y cuando me quiere pasar me engancha. Yo salté de mi moto y quedé parado. Por eso no tengo nada", dijo el joven a La Auténtica Defensa.
LA GILERA QUEDÓ EN EL SUELO HASTA QUE LLEGÓ LA POLICÍA PARA DOCUMENTAR EL ACCIDENTE.