* Pro Campana
No importa si usted creyó en el "modelo productivo y de inclusión" y fue engañado. No importa si usted nunca creyó y ahora ve que sus peores temores han sido confirmados. Ha llegado la hora de que unos y otros aunemos nuestros esfuerzos por el futuro del país.
Invitamos a todos los que crean en valores fundamentales, como:
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la pluralidad
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el respeto al prójimo
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el valor de la palabra
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la igualdad ante la ley
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el diálogo como vector del progreso
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la verdad como algo que se busca
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la convivencia dentro de la diversidad
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la igualdad de oportunidades desde el inicio
Los invitamos a que comencemos a actuar en cada uno de los ámbitos que creamos convenientes. No esperemos a seguir jugando con los límites para ver hasta dónde llegamos, porque seguramente va a ser tarde para reparar el daño.
Ningún gobierno desde el retorno a la democracia fue tan autoritario como el actual. En lugar de mejorar estamos llegando al punto donde los daños son sólo reversibles en generaciones. Hay que parar el deterioro acá. La AFIP persigue no sólo opositores políticos, sino gente que piensa simplemente distinto. El BCRA no cuida el valor de la moneda y la inflación no tiene control. Mienten con la inflación y dibujan los números que cada día están contrastados con los precios de los productos que pagamos en el supermercado. La moneda nacional (el peso) pierde valor por la inflación y si se puede ahorrar un peso no existe alternativa de inversión para conserva el valor. El comercio sufre por las trabas, no sólo a las importaciones, sino a las exportaciones también. La economía real, la de las empresas que producen bienes y servicios se paraliza. El gobierno es un parásito que succiona a la gente (trabajadores y jubilados incluidos) a través del impuesto de la inflación y el tipo de cambio desdoblado donde el único que gana es el gobierno; recaudando una diferencia que usa para mantener artificialmente una sensación de que todo va bien (comprando medios de comunicación a través de amigos, persiguiendo a los que opinan distinto, subsidiando a funcionarios amigos que siempre terminan engordando sus arcas personales en lugar de trabajar para el pueblo).
No importa quién le guste políticamente. Importa en qué usted cree. Piense cuáles son esas cosas fundamentales en la vida de una Nación y vea quién le ofrece eso. No se deje engañar. Si tiene la posibilidad de viajar por la región o tiene amigos de otros lugares, trate de explicarse porqué Brasil, Uruguay, o Chile son distintos de nosotros, y porqué Venezuela, Bolivia y Ecuador se nos parecen cada vez más.
Comience a comparar las palabras con los hechos. No importa si el tipo le parece simpático, asegúrese que no le robe.
Si le dicen que se trata de izquierdas y derechas, no les crea. El mundo moderno necesita tanto de las izquierdas como de las derechas. El tema no pasa por la ideología. El tema pasa por los extremos ideológicos y, sobre todo, por el populismo. Esa mezcla de mentira y corrupción que tenemos que desterrar si queremos aprovechar las enormes oportunidades de vivir en un tiempo y una región llena de posibilidades para nosotros.
