A tantos años y sin respuesta aùn, sobre quien perpetrò el vil ataque que enlutò a toda la nacion argentina, al ciudadano argentino o extranjero, de toda religión y sin ella, con su saldo de 29 muertos, 243 heridos y daños materiales y morales irreparables. Pidamos al Señor que depare las alegrìas de la paz, recordamos muy especialmente a una de las vìctimas, el P.Carlos Brumana, de 32 años, vicario de Mater Admiràbilis, situada enfrente de la entonces embajada de la calle Arroyo. No perdemos la esperanza de la justicia, tarde pero justicia, para todos los responsables directos e implicados en esta agresión mortal. La reivindicación de la memoria y la salud espiritual de todo el pueblo argentino.
Nestor Daniel Villa.
Paz a la tierra que hizo el Señor