Presentacion de "Del fogón al Obelisco" en la Feria del Libro
Por Matías Barreto
Conocido y distinguido en varias ocasiones por su labor periodística, poco conocido es su trabajo rescatando las tradiciones orales de la poesía gauchesca (de allí el "fogón" del título). En esta antología de poesías, Félix Bur va de las palabras que son acompañadas por las guitarras al estilo de payadores a otras que se oyen sobre los bandoneones. Como si los sonidos pertenecieran a ciertas geografías y tiempos vividos por el autor, pues la propuesta es, también, seguir las huellas de un caminante que van desde el campo entrerriano de su infancia a la ciudad donde se vinculó con reconocidos artistas de la canción popular: Buenos Aires, la de Troilo, Nelly Omar, entre otros.
En este volumen, Félix Bur es un juego de palabras que se deshace y rearma en otras palabras que nos llevan a recorrer distintos matices de la oralidad, una poesía que necesita del anclaje performático para recuperar los distintos matices del sentido. Cuando se lean las palabras de Bur, háblelas, imagine un bandoneón o una guitarra acompañándolo y lentamente irán dibujándose los escenarios propicios para que cada verso irradie su potencial.
Cada uno de estos versos, vale decir, son propios de quien puede rescatar lo oral. Un autor cuyas raíces están en la cultura popular y obrera y que encontró en la música y la poesía la manera de construir otra temporalidad en su vida. Las palabras siempre dicen más que aquello que se escribe, dicen lo que quien las toma les imprime. Aquí, en la poesía de Bur, no hay solo sonidos, sino una forma de vida y un ejercicio para construir y afirmar una sensibilidad diferente en la cultura obrera de su tiempo.
"Del fogón al Obelisco", de Félix Bur, se presentará esta tarde, a las 19 horas, en el stand de la editorial Dunken en la 39° edición de la Feria Internacional del Libro.
Sobre el autor
FÉLIX BUR nació el 12 de enero de 1933 en Gualeguay, Entre Ríos. Hasta los 18 años realizó tareas rurales, seguramente por eso en él están el fogón, la estancia, el mensual, la yerra, la doma, las cuadreras y los bailes de campo. Luego de cumplir con la Patria, decide partir a la provincia de Buenos Aires para residir definitivamente en Campana, ciudad a la que llega en 1955, sin perder las inquietudes que siempre lo acompañaron: la música, el canto y la poesía. En esta ciudad, inmediatamente se contactó con músicos, cantores y poetas. A partir de los años ’60, recorrió las radios de la Capital y de la Provincia, en donde conoció a personalidades del 2 x 4 como Julián Centeya, Osvaldo Pugliese, Roberto Cassinelli, Edmundo Rivero, Juan D’Arienzo, Alfredo de Ángelis y Osvaldo Castillón entre otros. Visitó lugares tangueros como "El Viejo Almacén, el Café Tortoni" o "El Farolito" de la calle Álvarez Jonte. Además de sus poesías, cuenta con unos 350 artículos referidos al folklore rioplatense publicados en diarios provinciales como La Auténtica Defensa" de Campana, "El Mercurio" de San Pedro o "La Noticia Regional" (en Internet). Entre otros reconocimientos en el año 1979 recibió el premio Gardel de Oro" junto a personalidades tales como Nelly Omar, Hernán Salinas, María Graña y Los Grandes del Compás. En el año 2001 fue galardonado con "La Orden del Buzón, un reconocimiento que se entrega a aquellas personas comprometidas con el tango, de manos del fundador del Museo Manoblanca, el Dr. Gregorio Plotnicki. En 1998 el Círculo Amigos del Tango de Campana le entregó el Bandoneón del Tango. Luego de un incansable esfuerzo logra, en el año 2000, que una calle de la ciudad de Campana lleve el nombre de "Agustín Magaldi, logro conseguido durante la gestión del intendente Jorge Rubén Varela (1957-2012). Y en sus ratos libres, si le dan los dedos, se distrae con el bandoneón que lo acompaña desde que salió de Gualeguay, su ciudad natal.