Pertenezco a una de las familias más tradicionales del comercio campanense, siendo mi bisabuelo Don Fabian Cazenave, antiguo vendedor de autos, mi abuelo Raùl Coltelli, quien junto a mis padres invirtieron y contribuyeron al crecimiento y desarrollo de nuestra ciudad, como así tambièn mi otro abuelo, Francisco Sarna, con su sastrerìa "Carsonia" en la calle Rivadavia 85.
El comercio sufriò desequilibrios de distintos perìodos econòmicos signados por la reseción, alta inflación y devaluaciòn, que generaron incertidumbre y cierre de locales.
Solamente con polìticas activas de industrialización y reconstrucción del mercado interno el pequeño y mediano comerciante tiene posibilidades de futuro, genera empleo y gasta su dinero en su "pago chico", de ahí mi apoyo al modelo que intenta generar dichas polìticas.
Aùn hoy persisten impuestos regresivos, heredados de los años 90, años que Menem - Cavallo y el radical De La Rùa, como el impuesto al cheque (debito y crèdito) que afectan el consumo popular y el desarrollo comercial.
También desde la provincia con el tarifazo de ABSA respecto al agua en un 180 % vemos como se perjudica la labor de pequeños y medianos comerciantes.
Es auspicioso el intento de generar un "compre local" entre la C.U.C.E.I. y la gestión municipal, como además se debe proteger a aquellos comerciantes genuinos que sufren la competencia desleal, hipermercados y cadenas sin compromiso social con nuestra comunidad.
En el programa de gestiòn municipal que elaboramos en nuevo encuentro tengo un compromiso de honor por historia y actualidad con todos los comerciantes campanenses a los que siempre voy a apoyar si me tocara gestionar.
