¡Quien tenga oídos que oiga!
Jesús Cristo mantendrá su promesa:
"... y Verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria". (Mateo 24-30).
El regresará en cuerpo, alma y espíritu y se mostrara a todo el mundo. Miles de millones de personas escucharan su voz. El tiempo de su manifestación podrá acontecer mientras se consume un holocausto nuclear si la humana locura continua galopando como un asno enloquecido o inmediatamente después de eventos catastróficos naturales causados por la oscilación del eje magnético terrestre y por una deriva de los continentes.
El deslizamiento de los polos y su consiguiente asentamiento es provocado principalmente por vuestros experimentos nucleares; la deriva de los continentes se debe, sin embargo, a un indispensable reequilibrio evolutivo del planeta mismo. Jesús Cristo no regresará solo, sino junto a sus legiones angelicales. "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria y todas las naciones serán reunidas delante de él. El separará los unos de los otros, como cuando el pastor separa las ovejas de los cabritos; y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda". (Mateo 25, 31-32). Como os hemos repetido muchas veces somos nosotros los ángeles de ayer, los extraterrestres de siempre provenientes de otros mundos físicos, somos vuestros hermanos que han desarrollado una súper civilización. Otros seres angelicales superiores a nosotros vienen de mundos espirituales y astrales, ellos son nuestros maestros cósmicos, nuestros guías. Nosotros y ellos somos los ángeles y los arcángeles a los que se refiere Jesús en el evangelio. Él ha prometido volver de la misma manera como subió al cielo: "Después de decir esto, y mientras ellos le veían, él fue elevado; y una nube le recibió ocultándole de sus ojos. Y como ellos estaban fijando la vista en el cielo mientras él se iba, he aquí dos hombres vestidos de blanco se presentaron junto a ellos. Hombres galileos, ¿por qué os quedáis de pie mirando al cielo? Este Jesús, quien fue tomado de vosotros arriba hacia el cielo, vendrá de la misma manera como le habéis visto ir al cielo. (Hechos de los Apóstoles 1-11).
La promesa del retorno de Jesús no es solo un feliz cuento para donar esperanza a los hombres, sino una certeza absoluta. Es uno de los mandamientos que cristo ha dejado a los cristianos y también a los laicos. (Con este propósito queremos recordar a todos que está en el corazón de Dios también la persona no creyente que pone en práctica las enseñanzas de Cristo). Jesús Cristo de hecho recomienda observar sus ritos, sobretodo el bautismo, recordando el del rio Jordán por manos de Juan el Bautista, y la santa comunión en memoria de su pasión, muerte y resurrección y exhorta a los creyentes a confiar en el precepto de su segunda venida.
El verdadero significado de la venida de Cristo no es por lo tanto un mensaje de esperanza, sino una certeza de fe sobre la cual se funda el corazón de la cristiandad y la redención de los justos.
En el evangelio, efectivamente, el no habla de sí mismo solamente refiriéndose a los tiempos en los que estaba obrando en la tierra; además que de su muerte, de su persecución y de su sacrificio, Cristo habla a menudo con sus apóstoles del futuro. Nadie conoce el día y la hora de su venida, pero según los signos y los eventos que el Padre está manifestando en la Tierra este es el tiempo del retorno del hijo del hombre. Es cierto y verdadero que el retornara y será el tiempo del juicio. Con su segunda venida cristo confirma la verdadera naturaleza divina de su padre dios, el creador, que no es solo el amor, si no también y sobretodo, la justicia, es decir, la manifestación del orden y de la armonía en todo el edificio cósmico. Jesús recomienda a sus discípulos que no teman perder la propia vida y que no acumulen tesoros en la tierra, y no afanarse por las cosas humanas. "Por tanto, no os afanéis diciendo: ¿Qué comeremos? o ¿Qué beberemos? o ¿Con qué nos cubriremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero vuestro Padre que está en los cielos sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. (Mateo 6-31). Por el contrario les pide: "Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal. (Mateo 6, 34). "Buscad el reino de dios y su justicia" dice Jesús.
Esta frase avala lo que nosotros hemos expresado precedentemente. Solo en el tiempo de los evangelios por voluntad del Padre mismo ha sido permitido a Cristo anteponer el amor a la justicia para ayudar a los hombres. Un ofrecimiento de redención y de perdón para toda la humanidad; pero que ha sido acogida solo por aquellos que han creído en él.
En efecto Cristo no recomienda al Padre todos los hombres, sino solo aquellos que ponen en práctica sus enseñanzas y condena a los hipócritas y a los falsos. Leed el siguiente paso del evangelio y no olvidéis nunca esta frase: "yo no ruego por el mundo, sino solo por aquellos que me has dado". "Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado; porque tuyos son. Pero no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en Mí por medio de la palabra de ellos; para que todos sean una cosa. Así como Tú, oh Padre, en Mí y yo en ti, que también ellos lo sean en nosotros; para que el mundo crea que Tú me enviaste." (Juan 17, 9-20-21). "Cuando Jesús oyó esto, se maravilló y dijo a los que le seguían: --De cierto os digo que no he hallado tanta fe en ninguno en Israel. Y os digo que muchos vendrán del oriente y del occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos, pero los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera. Allí habrá llanto y crujir de dientes. (Mateo 8, 10-12).
Además Jesús llama a la justicia del padre para condenar las ciudades de Jerusalén, Cafarnaúm y Betsaida a un destino peor que el que toco a Sodoma y Gomorra por no haber creído en sus milagros."¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, así como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí, vuestra casa os es dejada desierta, porque os digo que desde ahora no me veréis más hasta que digáis: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!" (Mateo 23, 37-39). "Entonces comenzó a reprender a las ciudades en las cuales se realizaron muchos de sus hechos poderosos, porque no se habían arrepentido: "¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si se hubieran realizado en Tiro y en Sidón los hechos poderosos que se realizaron en vosotras, ya hace tiempo se habrían arrepentido en saco y ceniza. Pero os digo que en el día del juicio el castigo para Tiro y Sidón será más tolerable que para vosotras.
Y Tú, Capernaúm, ¿Serás exaltada hasta el cielo? ¡Hasta el Hades serás hundida! Porque si entre los de Sodoma se hubieran realizado los hechos poderosos que se realizaron en ti, habrían permanecido hasta hoy. Pero os digo que en el día del juicio el castigo será más tolerable para la tierra de Sodoma, que para ti." (Mateo 11, 20-24).
Su misma segunda venida es adelantada por un evento de justicia. El hijo del hombre retornará de hecho cuando nadie le espera: "Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Pues como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento hasta el día en que Noé entró en el arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. (Mateo 24, 37-39). Del mismo modo el libro del apocalipsis escrito por el apóstol Juan se concluye con el triunfo de la celeste Jerusalén y Cristo es el juez que condena a los asesinos de la vida y a los desobedientes a la muerte segunda, el castigo del espíritu, y el que en el nuevo reino concede la vida eterna a los elegidos y a todos aquellos que han tenido fe en él.
Esta es una muy pequeña síntesis del concepto que, una vez más, por voluntad de nuestros maestros cósmicos y del altísimo Adonay hemos querido manifestaros, a fin de que vuestros espiritas queden libres de las dudas que el antiguo adversario de Cristo, el maligno, quiere insinuar en vuestras mentes, es decir que cristo ha olvidado a sus hermanos y que no regresara más.
No será así la verdad, la absoluta verdad es que Jesús retornará victorioso para la alegría de los justos y de los elegidos.
Del Cielo a la Tierra
Giorgio Bongiovanni
Estigmatizado
Pordenone (Italia) 18 de enero 2011. 20:41 horas.
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