Cuando tomé contacto con el proyecto hoy conocido por "BLANQUEO DE DOLARES", mil ideas bordearon mis sentidos. No me gusta emitir opiniones sin reflexión, pero hoy, pasados varios días, tengo la misma sensación que tuve al momento de leer los fundamentos de ese proyecto. Primariamente debo explicar que el proyecto mencionado persigue la "Autorización para la emisión del bono argentino de ahorro para el desarrollo económico, el pagaré de ahorro para el desarrollo económico y el certificado de depósito para inversión" para ser emitidos a favor de quienes ENTREGUEN sus DOLARES y busquen invertir en el mercado inmobiliario, de la construcción o en el sector energético. Este proyecto permite la entrega de divisas a cambio de un "bono" sin justificar la procedencia, lo que fue denominado "blanqueo". Y es desde allí que debemos partir, dado que si hablamos de "blanquear", traducido a estos fines como "exteriorizar los dólares escondidos o guardados", estamos avalando la existencia de un LADO OSCURO, de procederes ilícitos o al menos poco claros. Y esta acción de "mirar para otro lado la procedencia de los fondos", ¿A quién beneficia este blanqueo? Por un lado beneficia a quienes posean grandes sumas "Ocultas" de dólares, y de dudosa procedencia; y por otro lado, al Gobierno, que "cubre" así el despilfarro de reservas que efectúo en los últimos años, y que lleva a que nuestra moneda pierda apreciación y confianza. Así, entrando este proyecto en vigencia podríamos pasar a ser un nuevo paraíso lavador de fondos provenientes de cuestiones espurias, por lo que estamos ante una posible ley que "encubre". Ahora bien, a su vez este proyecto también declara. Eso es así porque deja en evidencia la carencia absoluta de una estrategia o planificación económica por parte del Gobierno Nacional, que solo genera "simples parches" como el ya conocido "congelamiento de precios". Y estas acciones solo "agravan la incertidumbre y la falta de confianza de los Argentinos y de los extranjeros, que ya ni asoman sus narices para invertir en nuestras tierras. Volviendo al proyecto, salvo para los bonos inmobiliarios, el resto tiene una fecha de devolución de fondos a dos años, y la pregunta es ¿Quién le asegura a los tenedores de bonos que le devolverán Dólares y no me los pesificarán? Y a los vendedores de propiedades que reciban bonos ¿Quién les asegura que no aparecen restricciones o impuestos a dichos capitales? Estas preguntas no son apocalípticas, como se pensarán algunos, simplemente son preguntas que se hacen quienes "estarían en condiciones de invertir", y que tienen sus fundamento en la falta de seguridad jurídica económica. Quizás el Oficialismo, debería empezar por reconocer que existen muchos factores económicos en problemas como la inflación, entre otros, para así poder empezar a diagramar y planificar soluciones serias, porque todavía estamos a tiempo. Y eso, empezaría a mostrar señales serias, que volvería a generar esa confianza que tanto necesitamos recuperar. En estas líneas intente explicar porque entiendo que este proyecto no es viable ni serio, pero siempre respetando la postura de quienes lo entienden eficaz. Para cerrar, quiero destacar que, mi postura y deseo es que a la República Argentina le vaya cada día mejor, en todos los ámbitos, porque ello generará que los Argentinos estemos bien, enalteciendo la dignidad humana. Y ello es así, porque lamento ver a quienes esperan los fracasos ajenos para transformarlos en beneficios propios.
* Sec. Gral. FAP Campana - GEN Campana-