Muchas veces ante una situación determinada del país, del mundo o personales, vemos actitudes que nos hacen presumir y ver el fin de la película, y más sabiendo la historia, (que muchos eligen ignorar) lo que nos hace pensar si no estamos condenados a repetirla, ante la falta de visión de largo plazo, pero la negación, y la adulteración de la realidad, son el argumento o las excusas favoritas de la ignorancia, y así nunca se nos ocurre, ni se nos ocurrirá, "cambiar antes de chocar".
Durante los dos días previos al choque con un iceberg, el Titanic recibió un total de siete advertencias sobre la presencia de hielo. Todas desoídas, y solo a último momento ante la vista de un vigía se tomó la decisión de torcer el timón, pero un buque de ese tamaño no puede doblar rápido, requiere tiempo, todo el tiempo que se tuvo antes y que en ese momento no se tenía.
"Ni siquiera Dios podrá hundir el Titanic", era la fanfarronería y altanería de quienes pusieron su confianza en un barco construido por hombres. También hoy tenemos la fatal tendencia de ser excesivamente orgullosos y guiarnos por nuestros propios razonamientos sin tener en cuenta a Dios.
Aunque el Titanic chocó con un iceberg, la tripulación y los pasajeros confiaban en que ese "pequeño" trozo de hielo, no podía hacerles mucho daño.
Nosotros también nos engañamos con respecto a los mandamientos de Dios, pensando que el pecado es poca cosa, que es algo pequeño y que no tiene consecuencias en el presente y menos en el futuro. No queriendo saber de estas cosas o pretender ignorarlas exprofeso, como si esto fuera un atenuante. Pero Dios dice:
(Rom. 1: 19) "porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa".
La decisión que tomes ahora, "cambiar antes de chocar", determinará tu presente inmediato, para ti y tu familia, y también tu destino futuro, que no sabemos cuándo será, pero que seguro será, pues es una ley de Dios, pareja para todos y sin fecha para que no especulemos.
Dios ha provisto para ti un Salvavidas perfecto, ese es Jesús. Aférrate a Él. Ábrele tu corazón. Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida.
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¡Hasta la próxima semana! ¡Dios te bendiga!
Luis Rodas
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