La Rioja (AICA): El presbítero Enrique Martínez, de la diócesis de La Rioja, recibió del papa Francisco una carta en la que le agradeció el "aire fresco" que le trajo conocer la realidad de la comunidad que conduce. En una misiva escrita de puño y letra, le revela que sus famosos "gestos" forman parte de su ser cotidiano y lo ayudan a evitar "que quede aislado". El párroco le había escrito el 1º de mayo, tras la fiesta de san José, para contarle el espíritu que se había vivido. "También el Papa necesita esto. Hay problemas graves, que a nosotros nos tocan periféricamente, pero a él le van directo al corazón. Le cuentan tantas cosas malas, que quería darle una linda alegría", relató en diálogo con aica.
Texto de la carta enviada al presbítero Enrique Martínez
Querido Quique: Hoy recibí la carta del pasado 1º de mayo. Me trajo mucha alegría, la descripción de la Fiesta Patronal me trajo aire fresco. Yo estoy bien y no he perdido la paz frente a un hecho totalmente sorpresivo, y esto lo considero un don de Dios. Procuro tener el mismo modo de ser y de actuar que tenía en Bs As, porque, si a mi edad cambio, seguro que hago el ridículo.
No quise ir al Palacio Apostólico a vivir, voy sólo a trabajar y a las audiencias. Me quedé a vivir en la Casa Santa Marta, que es una casa (donde nos alojábamos durante el Cónclave) de huéspedes para obispos, curas y laicos. Estoy a la vista de la gente y hago la vida normal: misa pública a la mañana, como en el comedor con todos, etc. Esto me hace bien y evita que quede aislado.
Quique, saludos a tus feligreses. Te pido, por favor, que reces y hagas rezar por mí. Saludos a Carlos y Miguel. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Fraternalmente, Francisco. Vaticano, 15 de mayo 2013.+