Es común oír hablar de "niños índigo". En metafísica, en el movimiento New Age, o como quiéramos llamar a la Revolución de la Conciencia, sabemos que los niños y seres índigo vienen a este mundo con una misión gloriosa y en los demas seres está poder descubrirlos, comprenderlos, valorarlos y beneficiarse así de los aportes que los índigo pueden hacer al futuro planetario. Aportes en artes, ciencia, medicina, ecología. La denominación "índigo" viene dada por la coloración violacea que presentan en el aura estos seres.
Los niños índigo no se distinguen físicamente por compartir rasgos comunes.
Lo que relmente caracteriza a los índigo es su espíritu rebelde, libre, independiente, crítico, curioso, justiciero, solitario, transgresor, sensible a la enésima potencia.
Frecuentemente los índigo son incomprendidos por su familia. Se los tilda de caprichosos, rebeldes de cuna.
La necesidad de soledad y abstracción puede preocupar a los padres que pretenden hijos "normales" o "sociables".
Un índigo necesita silencio y soledad, aire y sol y mucho respeto de sus mayores.
Los índigos adoran en general, a todos los seres vivos,y aman a sus mascotas. Son niños que suelen llorar mucho, a escondidas y en público. Andan con la emoción a flor de piel.
Tienen elevadísimo sentido de la justicia y libertad. Muchos son artistas natos, otros, futuros científicos independientes.
Ya adultos, los "índigo" trabajan por el bien común, guiados por altos ideales, aman la verdad y la buscan. En el Arte o en la Ciencia. Van a la fuentes y apuestan al valor de la experiencia propia, única e intrasferible.
Bioqca. Mónica A. Rímoli
Postgrado en Medicina Ayurveda (U.B.A.)