"Con lo que el gobierno lleva mal gastado en aerolíneas, nos hubiera alcanzado para comprar tres veces American Airlines, todo Air France o lo que es peor, por año podríamos renovar hasta cuatro veces completamente el ramal Sarmiento. Definitivamente el kirchnerismo tiene prioridades diferentes a la de los ciudadanos"
Luego de una nueva tragedia que enluta el historial de los accidentes ferroviarios en la Provincia de Buenos, Martin Deppeler (UCR), manifestaba que: "El gobierno nos quiere acostumbrar a que esta clase de hechos puedan suceder más allá de una desgracia. El saber que te subís a un tren sin tener la certeza de saber si llegarás a destino.
Accidentes hay y en todos los medios de transportes, pero a nadie escapa la realidad que pasa el sistema ferroviario, que si bien se lo ha descuidado adrede para beneficiar a ex socios del rubro camionero, en esta última década los millonarios subsidios nunca han ido a parar ni al servicio ni a la seguridad para los usuarios.
No es ilógico que en la totalidad de las estaciones de trenes no se exija el pago del boleto, ya que las empresas beneficiadas optan por retener ilegalmente los subsidios, sin la necesidad de recaudar en las boleterías porque ya la ganancia es sideral. Sería muy ingenuo creer que quienes en estos diez años debieron no solo controlar el destino de los subsidios, y la prestación del servicio, ignoren de qué manera viajan los argentinos. Más ingenuo sería creer que el gobierno no tenga relación con la faltante en las inversiones adecuadas.
Lo que aún resulta más grave es la falta de criterio de un gobierno que prevalece a los usuarios con mayor capacidad de consumo que utilizan las aerolíneas y desprotege decididamente al más humilde. El Estado, es decir, todos nosotros, le subsidiamos a cada persona que viaja por ejemplo a Sídney la suma de 1585 dólares por pasaje, al que viaja a Madrid 1013 dólares y hasta 100 dólares por cada vuelo interno. Definitivamente los más humildes subsidian los viajes de los que más la posibilidad tienen. Es ahí donde radica la injusticia. La discusión no es si se es de derecha o de izquierda, peronista o radical, de River o de Boca. Lo justo es darle a cada uno lo que le corresponde, y debe comenzarse siempre por el que menos posibilidades tiene.
La defensa de lo público debe ser prioridad para cualquier gobierno sea del color que sea. La prioridad debe ser para que la educación pública tienda a ser la mejor, que la seguridad pública sea la más efectiva, que el transporte público sea el más económico y seguro. Es hora de que quienes hablan desde un cargo público, administrando lo público, empiecen también, para conocer, a consumir lo público.
El día que quienes se ganan la vida en una década, cambien ser la prioridad por ser una circunstancia, la vida de los argentinas estará más cuidada. La política esta para servirla, y no para servirse de ella", culminó diciendo.-