Días atrás los diferentes espacios políticos que formaban el Frente Amplio Progresista (FAP) celebraron sus congresos provinciales para Buenos Aires. Básicamente en dichos eventos se buscaba aprobar el acuerdo con la UCR y la CC. De los cinco componentes del FAP solo tres aprobaron el acuerdo, ellos fueron el GEN, el Partido Socialista y Libres del Sur. Ahora bien, dentro de los fundamentos de quienes avalaron el acuerdo, se destacaba como el más importante la necesidad de darle respuesta a la comunidad que pedía que la oposición se una y que trabaje en conjunto; y esa unión se debía hacer con partidos o espacios afines, y no tan afines.
Demás esta mencionar que, al oponerse al acuerdo tanto UP como el PTP, el FAP quedo reducido incluso a la hora de lograr una negociación real para formar las candidaturas. Y estos extremos se vieron reflejados en muchas secciones y ciudades donde a la hora de intentar abrir el dialogo entre todos los espacios nos encontramos que muchos que pedían a gritos el acuerdo, lo hacían en miras a sus propios beneficios individuales y no en pos de generar un camino frentista con miras al 2015, y no para realmente unificar fuerzas buscando beneficiar a toda la comunidad. Con estas acciones, lamentablemente, se le traduce a la sociedad el mensaje que no se ha logrado una lectura real de la crisis de la representación política en argentina y su precedente falta de legitimación.
Es que si vamos a internas abiertas presentando 3 o 4 nominas distintas de pre candidatos eso demuestra que no existe la real unión, y el solo pensar lo que resultará una lista de unificación para las generales de Octubre compuesta de diferentes miembros que no se acercaron por voluntad sino porque así los dispuso el sistema d´hont, pone a este frente nuevamente lejos del espacio de representación que intenta ocupar.
Es que no debemos olvidar que la falta de legitimación que sufren vastos sectores de la oposición es lo que genera la crisis de representación política tan mentada, y esto se debe básicamente a que no logramos mostrarle a la sociedad una alternativa y un accionar diferente y real en comparación de los demás.
Así, al no lograr llegar hasta la sociedad, esta nos excluye como su alternativa, por lo que allí debemos empezar a construir, y entiendo que desde este nuevo Frente Progresista Cívico Y Social, podríamos dar la primer señal de compromiso con el cambio, y esa es evitando la confrontación en internas abiertas, llegando a las mismas con una lista compacta y que trabaje con el mismo mapa conceptual.
Por ello, Unificar espacios políticos, para ir a enfrentamientos internos, solo generara mayor crisis de legitimación y representación y estará en quienes integren los frentes, en entender que será necesario ceder muchas veces para lograr un acuerdo de unificación que ocupe los espacios vacantes, que hoy reclama nuestra sociedad.