Amigos… he decidido ocuparme de una patología que no siempre encuadra en el concepto legal de discapacidad, por ende no se certificará como tal en todos los casos. Aproximadamente, el 15% de los adultos con asma padecen asma ocupacional. Éste, es un tipo de asma causado por la exposición a irritantes inhalados en el lugar de trabajo. A menudo es una enfermedad reversible, lo que significa que los síntomas pueden desaparecer cuando se evitan los irritantes que causaron la enfermedad. Sin embargo, puede provocar daño permanente cuando la persona se expone a ello prolongadamente. Entre ellos podemos ejemplificar con: polvo, gases, humos, vapores, etc. ¿Cuáles son los síntomas del asma ocupacional? En general comienza con tos u otros síntomas del asma, tal como respiración sibilante y opresión en el pecho, que pueden ocurrir durante la exposición a irritantes en el lugar de trabajo o luego cuando el trabajador ya se encuentra en su casa.
Por ser el asma un problema de salud mundial, por los altos costos que genera y la afectación a la calidad de vida de los que la padecen, debiera ser reconocida por los profesionales encargados de su diagnóstico y tratamiento. Se conocen dos tipos de asma ocupacional y más de 250 sustancias estarían implicadas en su manifestación. Ello por cuanto se desconoce su magnitud, pues podría devenir en invalidez en muchos casos. De ahí, la necesidad de generar acciones para obtener un diagnóstico precoz en la población trabajadora.
Concretamente, el asma ocupacional es una enfermedad donde se produce estrechamiento bronquial ante la exposición a polvos, gases, vapores y humos contenidos en el aire, con limitación variable al flujo de aire, con o sin hiperreactividad bronquial, en un ambiente ocupacional particular y no por estímulos encontrados fuera del lugar de trabajo. Es importante entonces distinguirlo del asma preexistente agravada por el trabajo, el cual empeora por la exposición a concentraciones no tóxicas de irritantes o por estímulos ambientales y físicos propios de la actividad laboral.
Para diagnosticar una enfermedad ocupacional se requerirá de la aplicación de cinco criterios básicos: 1. Criterio clínico: por los síntomas y signos de la enfermedad. 2. Criterio ocupacional: por la exposición ambiental laboral a sustancias que puedan desencadenar la enfermedad y por el tiempo de exposición. 3. Criterio epidemiológico: por la existencia de otros casos con la misma enfermedad. 4. Criterio medicolegal: por la correspondencia con lo establecido en la legislación vigente en el país. 5. Criterio de laboratorio: por las pruebas complementarias que puedan aportar información objetiva, tanto ambiental como biológica, acerca de la exposición ocupacional del trabajador
Debemos considerar que el asma es un problema de salud pública no sólo en los países desarrollados. Según estadísticas fidedignas, más de 150 millones de personas padecen asma bronquial, incrementándose dicha cifra año a año. Esta enfermedad provoca 180.000 muertes en el mundo anualmente y es causa de incapacidad por las alteraciones respiratorias que produce. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se considera entre 5% y 10% la mortalidad por causas respiratorias atribuidas directamente al asma. El país con más alto índice de asma ocupacional es Japón, casi 25 %, por su alto índice de industrialización. El costo económico de esta enfermedad es elevado, tanto por los costos médicos directos, (ingresos hospitalarios, consumo de medicamentos) como los indirectos (horas de trabajo perdidas, bajas laborales y muertes prematuras). Pero para la Organización Mundial de la Salud (OMS) en América Latina y El Caribe, el informe de enfermedades ocupacionales apenas alcanza entre el 1 % y el 5 % de los casos, ya que, por lo general, se registran solo aquellas que causan incapacidad sujetas a indemnización.
¿Cómo se diagnostica el asma ocupacional? El diagnóstico normalmente incluirá una historia médica detallada y un examen físico para establecer la relación entre los síntomas y la exposición en el ambiente de trabajo. También pueden incluirse: exámenes de la función pulmonar antes y después del trabajo a fin de comprobar el estrechamiento de las vías aéreas, exámenes de laboratorio de esputo y de sangre, y rayos x del tórax con el objeto de descartar otras enfermedades pulmonares. ¿Qué tratamiento se utiliza para esta patología? Lo prioritario es evitar la sustancia que desencadena los síntomas del asma. Otra opción podrá incluir medicamentos para contrarrestarla. Sin embargo, si se encuentra en estado avanzado además podrá incluir: medicamentos, terapia física, dispositivos o aparatos para asistencia respiratoria. En todo paciente con sospecha de asma bronquial relacionado con el trabajo será imprescindible la medición de su función pulmonar. Es conveniente prevenir la enfermedad ya que es la mejor herramienta con la que podemos contar.
A nivel mundial se considera el asma como un problema sanitario a tenor de la magnitud alcanzada en cuanto a la morbilidad y mortalidad que produce, la discapacidad provocada en pacientes mal tratados así como los potenciales años de vida perdidos por ella, y fundamentalmente el impacto que ocasiona en el paciente, sus familiares y la sociedad.
Ahora bien, cuando el cuadro se agravara de tal cuantía que amerite su certificación, la que se encuadrará como discapacidad visceral, para la extensión del respectivo certificado requerirá: 1-certificado original expedido por médico especialista en neumonología que contemple: diagnóstico completo, estado actual y grado de insuficiencia respiratoria especificada, fecha, firma y sello. Deberá ser actualizado con una antigüedad no mayor a 6 meses. 2- Estudios médicos complementarios: espirometría, radiografía de tórax, tomografía computada, centellograma pulmonar, biopsia, y cualquier otro estudio que haya sido necesario para elaborar el diagnóstico. 3- DNI de la persona a ser evaluada. 4- Si es afiliado a una obra social adjuntar: 2 fotocopias del último recibo de sueldo si el paciente trabaja; caso contrario, del familiar que lo tenga a cargo, y de su carnet.
Amigos… luego de dicho análisis he llegado a la conclusión que, desafortunadamente, muchos individuos afectados siguen sin conocer su enfermedad, por no contar con un diagnostico precozmente, lo que devendría como vital para su atención, pues la recuperación es mayor cuando el trabajador afectado es separado de la exposición dentro de los 12 meses de la aparición de sus primeros síntomas. Sin embargo tales enfermedades de origen ocupacional se mantienen y diría hasta se incrementan, contrariamente a lo que sucede con el número de profesionales capacitados para diagnosticarlas.
Es por todo ello que firmemente sostengo que los programas educativos no solo debieran dirigirse a directivos de empresas, sino también podrían impartirse a profesionales del sector de la salud. Claro es que el asma dejó de ser una condición invalidante como lo era hace muchos años. Aunque el asmático no es considerado una persona con discapacidad, posee una enfermedad crónica y necesita controlarla de por vida. Sin embargo, en nuestro país no hay una cobertura total para su atención. No cabe duda, entonces, que prevenir siempre la enfermedad será mejor que tratarla. Por ello sigo invitándolos a "EJERCER SUS DERECHOS PORQUE SU EJERCICIO NO CONSTITUYE MEROS PRIVILEGIOS"
DRA. SILVINA COTIGNOLA,
ABOGADA ESPECIALIZADA EN DISCAPACIDAD Y FAMILIA. smlcoti@ciudad.com.ar
