Un domingo de Agosto, tradicionalmente o comercialmente, se celebra en la República Argentina el día del Niño. Un día donde el evento es entregar un regalo, es darles un reconocimiento, generalmente un juguete o algún producto, a los niños. No podemos dejar pasar por alto que este día no cumple la función para la cual debió ser creado y solo es el día culmine de semanas de bombardeos publicitarios dirigidos a lograr un consumo masivo de diferentes productos. Quizás sea el día donde mayormente se pueda divisar la desigualdad reinante entre todos los niños de nuestro país y del mundo; y por ello creo pertinente volcar algunas líneas acerca de los derechos de los niños. Cuando se empezó a luchar por el reconocimiento de los derechos para los niños, no se tuvo como premisa fijar un día del niño con un tilde comercial, sino se luchó para que en todos y cada uno de los días del año (y de la niñez de cada ser humano) se reconozcan y respeten los derechos inherentes al desarrollo digno e igualitario. Estos deseos de personas como Eglantyne Jebb fundadora de Save the Children, encontraron su primer reconocimiento mundial en el año 1924, mediante la Declaración de Ginebra, donde se reconocía que "los niños son lo mejor que la humanidad tiene, declara y acepta como su deber, más allá de toda consideración de raza, nacionalidad o credo" el respeto de diferentes principios. Esta declaración, tiempo después sería base para la conocida Convención sobre los Derechos del Niño. Esta declaración define toda la gama de derechos humanos a favor de niños y niñas menores de 18 años, como ser: el derecho a la vida; al interés superior, a ser oído, a la protección contra influencias peligrosas, los malos tratos y la explotación, a la plena participación en la vida familiar, cultural y social, a tener contacto con sus padres con convivientes, a no ser discriminado, entre otros. Esta convención fue incorporada a la Constitución Nacional Argentina por la reforma de 1994 (art. 75 inc.22), en el ámbito Nacional encontramos la Ley 26061. La ley 26.061 de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes fue sancionada por el Congreso Nacional el 28/9/2005, promulgada el 26/10/2005. El domingo, mientras cientos de niños recibirán regalos, otros miles, bregaran por obtener un plato de comida. Mientras muchos estarán saboreando deliciosas comidas, otros estarán hurgando la basura para obtener algo con que saciar su hambre. Pero esto no sucederá solo el Domingo, el lunes mientras algunos niños concurran a sus colegios habrá niños que deban ir a trabajar bajo las condiciones climáticas que reinen ese día, porque si no serán castigados o no tendrán comida, el martes habrá chicos siendo maltratados por sus padres o alejados de ellos, el miércoles habrá chicos explotados sexualmente, y cada día de la semana se repetirán todas las violaciones a los derechos de los niños, por eso en este día del niño me pregunto, ¿es el domingo el día del niño o son todos los días?¿No es momento de intentar que se respeten los derechos de los niños todos los días?¿Cuánto dura la sonrisa de un niño por un juguete y cuanto el hambre de un niño que siquiera tiene que comer?. Aprovechemos este día para reflexionar, explicar y conversar con nuestros hijos, que ellos serán los adultos del mañana. Empecemos a cambiar, y luchemos por el respeto de los derechos de los niños, que ellos serán la sociedad del mañana. Todos queremos una sociedad mejor, y para ello debemos empezar por lo mejor y más puro que tenemos, y ello son nuestros niños. La sociedad del Futuro la creamos hoy, con nuestros hijos; y mirando a sus ojos debemos actuar con conciencia para lograr que todos los días sean los días de los niños y de todos los seres humanos, procurando el respeto de los derechos y generando conciencia de igualdad, sin olvidar que esta nos hace crecer como seres humanos y como Comunidad Y que este y todos los días, sean FELICES PARA TODOS LOS NIÑOS.(reedición art publicado 9/8/09)
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