Hace bastante tiempo que me llegó esta historia. Es una historia simple, narra el encuentro de dos personas que se cruzaron por esas casualidades de la vida y compartieron una tarea. A la hora del reparto depusieron intereses personales en pro del bien común. Nada más y nada menos.
Dice este mito popular que ellos pudieron.
En épocas como ésta en las que pareciera que "divide y reinarás" es la consigna, encontrar otras formas es un aliciente.
"Dos amigos cultivaban el mismo campo de trigo, trabajando arduamente la tierra con amor y dedicación, en una lucha constante, algunas veces sin gloria, a la espera de un resultado compensador.
Pasaron los años de poco o ningún retorno. Hasta que un día, llego la gran cosecha. Perfecta, abundante, magnífica, satisfaciendo a los dos agricultores que la repartieron igualmente, eufóricos.
Cada uno siguió su rumbo.
Por la noche, en su lecho, cansado de la dura jornada de aquellos últimos días, uno de ellos pensó: "Yo soy casado, tengo hijos fuertes y buenos, una compañera fiel y complaciente. Ellos me ayudaran al final de mi vida. Mi amigo es solo, no se caso, nunca tendrá un brazo fuerte para apoyarlo. Con certeza, va a necesitar mucho mas del dinero de la cosecha que yo".
Se levantó silencioso para no despertar a nadie, coloco la mitad de los sacos de trigo recogidos en la carroza y salio.
Al mismo tiempo, en su casa, el otro no conciliaba el sueño, cuestionando:
"Para que necesito tanto dinero si no tengo a nadie con quien compartirlo, ya estoy viejo para tener hijos y no me pienso casar. Mis necesidades son menores que las de mi socio, con una familia numerosa para mantener".
No tuvo dudas, se levantó de la cama, echo a su carroza la mitad del producto de la buena tierra y salio por la madrugada fría, dirigiéndose a la casa del otro.
El entusiasmo era tanto que no espero el amanecer.
La calle oscura y nebulosa de aquella noche de invierno, los dos amigos se encontraron frente a frente.
Se miraron impactados. No fueron necesarias las palabras para que entendiesen la mutua intención."
Por eso en los tiempos que corren, bombardeados por tironeos, y por fracturas esta ¿leyenda? Será solo eso o una lucecita para seguir buscando.
Solo habrá que seguir buscando…
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