Así temieron a Dios aquellas gentes, y al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos… (2º Reyes 17:33-35, 41) esto fue 700 años antes de Cristo y hasta hoy muchos hacen como antes: ni temen a Dios ni guardan sus estatutos y ordenanzas ni las quieren conocer, no leen La Biblia, ni tienen pensado hacerlo. O sea no conocen ni quieren conocer al verdadero Dios.
El miedo y la inseguridad personal vienen por no conocer los peligros, y por no tener una referencia seria y segura, mayor que nosotros, donde aferrarnos.
El miedo… Ese viejo compañero del hombre desde el principio de los tiempos, que le acompaña a lo largo de su vida. Miedo de lo real y de lo irreal; miedo a lo que nos pueda suceder y a las consecuencias de lo ya sucedido; miedo a no conseguir lo que esperamos con ansias, y miedo a perder lo logrado trabajosa y precariamente.
Miedo a vivir y a morir, al acostarse y al levantarse. Miedo en la noche cargada de insomnio y pesadillas, y miedo a la perspectiva de enfrentarse a un nuevo día, lleno de dificultades y obstáculo.
Miedo a ser y miedo a no ser. Al qué dirán? o no dirán. Miedo a nuestras flaquezas, a nuestras pasiones, al propio temperamento. Miedo a la conciencia, miedo a nuestros propios pensamientos, a nuestros errores, a nuestras incertidumbres.
Miedo a tomar decisiones o a dejar de tomarlas, miedo e incertidumbre que presiden la vida de todo hombre que no tiene seguridad en algo indudable.
Tenemos, pues, una necesidad, "vencer el miedo", liberación y pacificación urgente y angustiosa. Necesitamos "la Paz", muchos dicen, ¡a cualquier precio!. Pero ¿qué precio podemos pagar por ella? Por la Paz verdadera, no por la transitoria de una euforia momentánea y pasajera.
El miedo, si no buscamos la Paz auténtica, basados en el verdadero Dios, su único Hijo Jesucristo, y sus sabios consejos, no podrá disolverse nunca.
Sabemos de multitud de personas que darían gustosas todo lo que tienen por erradicar su miedo, y obtener la paz que tanto ansían, y que cualquier cristiano verdadero disfruta sin limitaciones, al haber puesto su confianza y dejarse guiar por el Dios verdadero, el Dios de La Biblia y su Hijo Jesucristo.
Para dejar de tener miedo es necesario poner tu esperanza en el Dios verdadero, y no en dioses falsos, confiar en ese Dios, leer La Biblia, y aceptar la amistad que nos ofrece Jesucristo, caminando junto a Él en adelante.
Jesús lo dice: "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis Paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo". (Juan 16:33)
Busca una iglesia que enseñe de Cristo y La Palabra de DIOS. "La Biblia"
¡Dios te bendiga! ¡Hasta la próxima semana!
Luís Rodas
Rivadavia 447 - Campana - Tel. 427296 - 437492 luisgurodas@yahoo.com.ar