Sabemos que en la Antigüedad, los textos eran transmitidos en forma oral, y claramente se hace referencia a una conciencia de tradición oral en los textos escritos. Es decir, la oralidad precede a la escritura.
La Edad Media es el período literario que se destaca por la transmisión de cuentos tradicionales (cuentos de hadas, mitológicos, maravillosos, heroicos, leyendas locales, fábulas) a los niños. La educación impartida a los niños en el Medioevo era fundamentalmente a partir de la narración de cuentos tradicionales, poniendo énfasis en la enseñanza en valores (moraleja del cuento).
Desde la Edad Media, las personas letradas han reunido en los textos escritos lo dicho por la tradición oral. A partir del Medioevo y la época de Erasmo, en la cultura occidental la mayoría de las personas eruditas no recogieron directamente lo dicho por la expresión oral sino que lo tomaron de otros escritos. Y será el Romanticismo el que se caracteriza por el interés en el pasado remoto y la cultura popular.
Aunque, en principio, los antiguos lingüistas se habían resistido a la idea de la distinción entre lengua oral y lengua escrita; otros eruditos van a plantear posteriormente importantes contrastes entre la oralidad y la escritura. A grandes rasgos, las culturas orales primarias presentan una riqueza mucho mayor a la cultura escrita, a saber: (1) implicancias lingüísticas (estructura sintáctica, morfológica, fonológica y semántica) que los textos orales poseen; (2) las recurrentes fórmulas lingüísticas empleadas por la cultura oral para acudir a la memoria del oyente; (3) lo transmitido por el texto oral remite al mundo humano vital (el oyente revive sus propias experiencias vividas, se identifica con la historia narrada en forma oral); (4) las historias transmitidas por la cultura oral se contextualizan en un tiempo presente del oyente, no remite a un tiempo pasado no pertinente para el oyente; (5) por lo tanto, también son situacionales y no abstractas.
El marco teórico antes detallado permite introducirnos al film "Big Fish", traducido al espectador hispanoamericano como "El gran pez" (director Tim Burton, 2003, Estados Unidos), film basado en la novela de Daniel Wallace.
El film plantea una serie de conceptos específicos de Teoría y Crítica Literaria, a saber: (1) la cuestión de los orígenes del cuento; (2) la oralidad versus la escritura; (3) las distintas versiones acerca de una misma historia; (4) el paso de la realidad a la ficcionalidad; (5) los grados de verosimilitud de la historia narrada (es decir, los distintos grados de acercamiento a la verdad); (6) la presencia de elementos que pertenecen al orden maravilloso (tienen que ver con cuentos de hadas: personajes como la bruja del pantano, el gigante Karl, el bosque que toma vida y la noche, las siamesas, el pequeño pueblo donde todos dejan los zapatos) y la presencia de elementos del orden mitológico (las flores, los narcisos); (7) los límites entre lo extraño y lo conocido; (8) ir hacia un tiempo lejano, retrospectivo (el padre, Edward, se retrotrae en el tiempo); (9) se recrean cuentos tradicionales (lobo feroz, criatura legendaria presente en la cultura del folklore y la mitología); (10) leyendas (las historias de las personas que habitan los pueblos y que se convierten en leyendas; es el caso de aquella creencia que dice que la chica de ese pequeño pueblo donde todos dejan los zapatos, Jennifer, se convirtió en Bruja y además loca); (11) las moralejas de los cuentos tradicionales (enseñanzas).
El tema pivote del film es la narración: el narrar como recurso para crear y fortalecer vínculos afectivos. La reconciliación entre padre e hijo en el film se da a partir de la narración. El contar distintas historias, las cuales conforman "LA HISTORIA DE SU VIDA" (me refiero a la vida de Edward) permite restablecer los vínculos entre Edward y William (padre e hijo) y la comunicación entre ellos se fortalece. Es a través de la palabra que se crea y se fortalece el vínculo.
La búsqueda incesante de William es encontrar "la verdad" (la versión con mayor grado de verosimilitud) de la vida de su padre. William se da cuenta que su padre no le había mentido. Su padre construyó un mundo interior rico (un mundo sobrenatural, maravilloso) alrededor de "su historia". Hay, en torno al personaje de Edward, una necesidad de sumergirse en un mundo fantástico frente a la cruel realidad (necesidad de evasión). De allí, las distintas versiones acerca de una misma historia: depende de la mirada del otro, de la mirada que cada uno efectúa acerca de esa misma historia, de "su historia". Esto último me hace acordar a la conocida frase: "Todo depende de cómo lo mires". Y prima en el film la necesidad por parte de William de encontrar la versión más cercana a la verdad: no hay una verdad absoluta sino distintos grados de acercamiento a la verdad.
La transmisión de esas historias que se transforman en leyendas es un elemento sumamente relevante. Al igual que en la Antigüedad y en la Edad Media, William -al final del film- cuenta a su pequeño hijo las historias de su abuelo. La transmisión de las leyendas de generación en generación constituyen la herencia cultural de los pueblos; esto es, la herencia cultural que los individuos reciben de sus antepasados. Esto último condiciona -de alguna manera- desde el punto de vista cultural a los individuos.
Cabe destacar, que el film nos invita a sumergirnos en un inmenso mundo poético a través de las metáforas y de las imágenes visuales. A continuación, transcribo algunas frases del film:
"Sólo sé que traté de pescar ese pez desde que era niño, más o menos de tu edad. Y el día en que tú naciste es el día en que por fin lo atrapé" (dice Edward a su hijo William).
"Eras un gran pez en un estanque pequeño, pero éste es un océano y te estás ahogando" (le dicen a Edward).
"Somos cuentistas los dos: tú los escribes y yo los cuento" (dice Edward a su hijo William).
"Al contar la vida de mi padre es imposible separar la verdad de la ficción, al hombre del mito" (dice William).
Bibliografía consultada y recomendada:
Walter Ong, "Oralidad y escritura" (FCE, México, 1987).
Demetrio Estébanez Calderón, "Diccionario de términos literarios" (Editorial Alianza, Madrid, 1999).
Roland Barthes, A. J. Greimas, Umberto Eco, Tzvetan Todorov, Gérard Genette y otros, "Análisis estructural del relato" (Editorial Premia, México, 1991).
Ana Carolina Erregarena
Licenciada en Letras (UBA, 1999)
Profesora de Enseñanza Media y Superior en Letras (UBA, 2002)
Especialización en Linguiística
anacarolinaerregarena@yahoo.com