Desde esta columna quería desearle a nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner una pronto recuperación de su operación que fue hace unos días de público conocimiento.
Es la vida democrática la que debemos profundizar, y aunque que muchas veces en la política nacional existen diferencias ideológicas, tenemos que relucir nuestro sentido humano y desearle lo mejor a nuestra presidenta.
Se han visto muchas suspicacias respecto a la intervención que sufrió Cristina Kirchner, y hasta se ha insinuado desde los medios hegemónicos cuestiones irracionales que denotan un claro sentido de odio e intolerancia hacia los procesos populares que no debemos permitir como sociedad.
Luego de una dura historia, los argentinos estamos recuperando nuevamente los principios democráticos para que rijan nuestra vida política y social, y estos actos cobardes no hacen más que volver a aquellas épocas sangrientas y nefastas de la cual estos actores que realizan este serie de comentarios fueron parte.
Merecía un pequeña reflexión esta situación para que como ciudadanos revaloricemos lo logrado en termino democrático y no permitamos que nos contaminen con suspicacias de aquellos intolerantes que quieren un país para unos pocos.