La principal riqueza de Campana reside en su capital humano. El municipio no tiene futuro si no se ocupa de sus niños y sus jóvenes. Debemos darles oportunidades y herramientas para asegurarles una infancia feliz, y alejarlos de la pobreza y las adicciones, acercándolos al estudio y al trabajo digno. La marginalidad, la violencia y las drogas se combaten con contención, educación y oportunidades.
La política de planes sociales ejecutada hasta la fecha ha resultado insuficiente e ineficaz en cuanto a dos de los principales grupos en riesgo de nuestra población: la juventud y la mujer. La problemática de la ciudad de Campana está inserta en una realidad provincial:
Los jóvenes entre 15 y 24 años constituyen el grupo etario que mayores dificultades tiene para insertarse y permanecer en el mercado de trabajo.
En 2011 la tasa de desocupación en ese grupo poblacional ascendía al 20 % en el Conurbano Bonaerense. Se trata de 172.315 jóvenes que se encuentran desempleados. En comparación, la tasa de desempleo juvenil es tres veces y media más alta que la tasa de desempleo en adultos. Asimismo, de los jóvenes que sí trabajan, el 70% lo hacen en el mercado informal de trabajo.
A medida que aumenta la edad, son más los chicos que comienzan a trabajar. Eso dificulta su permanencia en el sistema educativo y su aprendizaje.
En este contexto, para tener una dimensión de la realidad social de los jóvenes hay que mencionar que en Campana hay 7.972 personas de 10 a 19 años, que representan al 8% de la población total del municipio. El 20% de los jóvenes abandona el secundario y el 6% repite de año.
Las políticas públicas de Desarrollo Social implementadas en nuestra ciudad en los últimos años no concuerdan con las necesidades de la población en riesgo. Cada vez hay más jóvenes y mujeres sin trabajo (la tasa de desempleo de este grupo duplica el desempleo general). Debemos poner el foco en generar nuevos empleos, otorgando mayores posibilidades a los más desfavorecidos y garantizando la inserción laboral de los jóvenes. Es la única forma de romper con la reproducción intergeneracional de la pobreza y la exclusión.
Dentro de este grupo etáreo, las madres-adolescentes en la Provincia constituyen un grupo poblacional con altos niveles de pobreza (la mayoría no termina los estudios secundarios, y el desempleo las afecta específicamente).
En Campana, 16 de cada 100 nacimientos corresponden a mujeres menores de 20 años. La educación sexual es una deuda pendiente con nuestros jóvenes. Como consecuencia, existe una alta de embarazos adolescentes. Las políticas públicas actuales sumen a los jóvenes en una situación de vulnerabilidad y marginalidad cada vez mayor. Debemos protegerlos, educarlos y acompañarlos
En estos momentos donde vemos que el oficialismo se apura a efectuar anuncios en la materia, creemos que llegó la hora de plantear el diseño de una política de desarrollo humano integral en base a un diagnóstico certero de la población en riesgo, que es la destinataria de las políticas del área. Por ese mismo motivo es importante la creación de consenso entre los distintos actores de la comunidad local (organizaciones sociales, partidos políticos, etc.) acerca de cómo nuestra ciudad va a priorizar e19% de su presupuesto que destina a Desarrollo Humano. El Honorable Concejo Deliberante es el marco para este tipo de discusiones más que un simple auditorio para hacer anuncios de campaña.
(*) Director Ejecutivo - CEDEL (Centro de Estudios para el Desarrollo Local). Candidato a Concejal por el Frente Renovador.
