Y ahí estaba… era difícil de divisar porque solo se veían sus ojos, pero el resto de su ser se mantenía sumergido en las tinieblas…agazapado…a la espera, como le habían enseñado sus maestros y como él muy bien había aprendido. Paciente, siempre analizando el entorno, observando todos los movimientos ajenos y evaluando fríamente cuando moverse. Era consiente que no podía dudar al actuar, porque si daba un paso en falso - si atacaba antes de tiempo - quedaba expuesto como traidor ante sus mentores y si seguía asintiendo a estos, no podría quitarse el mote de "aliado del reino" quedando sin fundamento su rebeldía. Sus deseos, no eran propios, sino que le habían sido generados por sus mentores, y por ellos venia "adiestrado". Sabía que la mayoría de sus actos y movimientos habían sido fundamentales para crear, consolidar y mantener vivo el reinado que hoy "decía" resistir. Su espera, paciente, a veces parecía estar fundada en sus dudas y temores más que en la consolidación de una estrategia. Mientras tanto el proyecto que sostenía el reino que él quería sustituir estaba funcionando, tenía varias de sus fuerzas intactas, pero no por mucho tiempo, muchos soldados empezaban a buscar otros bandos. Los ataques eran cada vez más contundentes por parte de los reales opositores - a quienes llamaban rebeldes - y dejaban ver falencias y errores, y entre algunas revelaciones, él sabía que podía quedar expuesto, y con ello quedarse con las manos vacías. Era el momento de actuar, y allí aplico sus conocimientos y su astucia, generando alianzas con propios y extraños. A los propios y a sus mentores les ofreció un salvoconducto para que en cierta forma continúe el modelo - y no pierdan el poder y la impunidad - y a los extraños les ofreció el cambio y la diferencia, les invento el "ser opositor, ser rebelde" para dejar en el olvido a la verdadera oposición. Es que no tenía otra opción para lograr su objetivo de trascender, porque sabía que dependía del modelo actual en cuanto al poder económico-territorial y de la oposición para lograr acceder al trono. Así, debía ser el nuevo líder rebelde, para conquistar ese movimiento y obtener su apoyo, y a la par, contar con el pleno apoyo de los que decía oponerse, dado que era la única forma para conseguir cierta fuerza para cautivar a los opositores. Y así decidió salir de las sombras de sus mentores, pero muy por el contrario de lo que pensaban todos, lo hizo con el aval secreto de estos. Y casi en forma intempestiva se convirtió en el distinto, él, que había ayudado a crear y consolidar el reinado, que había permitido uso y abusos de las arcas que manejaba, que había avalado las injusticias comeditas cuando era parte del modelo, hoy era el que lo cuestionaba y lo enfrentaba, hoy no tenía pasado. Sus juglares y trovadores, ayudados por sus acaudaladas bolsas de monedas, le entregan al pueblo, un discurso extraño. Le presentaban a un sujeto sin pasado, que no hablaba y no debatía, que ni siquiera parecía existir. Pero allí fue, y el pueblo, seducido por los encantos de posicionamientos poco claros tomo el discurso que llegaba el distinto, el que iba a cambiar el rumbo, el que solucionaría todos los problemas. Y el pueblo seducido, lo acompaño, lo apoyo y lo llevo hasta el trono. HOY la historia llega hasta este punto. PRONTO conoceremos el resto del relato y sabremos si realmente era rebelde o solo otro juglar enviado para continuar construyendo la perpetuidad y la impunidad de sus mentores.
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