Cuando me venían ganas de jugar a la pelota, tenía ya puesta la idea de lo que iba a hacer. Aparecer por el pasillo que separa la medianera del edificio del "loco" Facca con mi casa, así como el "Tucumano" Albreth asomaba con su cinta de capitán ante el griterío de la platea femenina del antiguo "Gasometro". Iba a gritar los goles en pleno vuelo con brazos abiertos por todo el patio, así como lo había visto al "Bambino" Veira en aquellos cuatro goles a Boca, iba a pasar por atrás de la maceta de calas que simulaban los arcos donde se erigía la enorme grandeza de Antonio Roma y cerca de la casilla del gas quedarme a gritar el gol con la hinchada. La parte de abajo de un viejo sillón de jardín, era el otro arco pero en ese estaba Butticce y no había que hacerle goles, por supuesto, era como hacerme goles en contra.
Así pensaba como divertirme durante el día, pero no contaba que para todo esto faltaba algo. La parte del vestuario nunca la había visto, no sabía cómo era. Quién me iba a ayudar en esa preparación del estadio, Quién iba a correr la enorme maceta de helechos que sería el banderín del córner, Quién me iba a poner la pelota del bajo del brazo si ayer no supe donde había quedado tirada, y lo peor, Quién me iba a atar las "Flechas" antes de aprender a hacer ese nudo vueltero. Alguien se figuraba como el mejor escenógrafo de juegos, como un utilero que todo sabe dónde está y como un masajista de manos suaves acostumbrado a crear espacios entre el reto por aquel vidrio roto y el pelotazo entre los tobillos, porque se atrevió a pasar por la mitad de la cancha sin permiso.
Nuestras madres en el futbol infantil son así, cuidonas. Ferviente admiradora y guardaespaldas. A veces barra brava. Aprenden futbol a la par de sus hijos, ese deporte inentendible de correr todos atrás de una pelota con un sol de frente que mata ella no "será de palo" su sentimiento de resguardo estará a cada centímetro de cada paso. Se tomara el pecho para que el corazón no se salga y pondrá su mano en la pera mirando pasiva como su hijo se divierte y crea. Así son las madres tanto en el juego como en la vida.
Feliz día
HASTA LA PROXIMA
NESTOR OSCAR BUERI
Coordinador de grupos Psicólogo Social
Charlas y conferencias
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