El pensamiento del poeta español José María Pemán sobre como llevar una vida sencilla, se ve reflejado en estos armoniosos y diáfanos versos.
Vida inquieta, frenesí de la ambición desmedida...
¡Qué mal comprende la vida el que la comprende así!
Vida serena y sencilla yo quiero abrazarme a ti,
que eres la sola semilla que nos da flores aquí.
Conciencia tranquila y sana es el tesoro que quiero:
nada pido y nada espero para el día de mañana.
Ni voy de la gloria en pos, ni torpe ambición me afana;
y al nacer cada mañana tan sólo le pido a Dios:
casa limpia en que albergar, pan tierno para comer,
un libro para leer y un Cristo para rezar;
que el que se esfuerza y agita nada encuentra que le llene
y el que menos necesita tiene más que el que más tiene.
No son pocas las veces el hombre moderno corre inquieto, agitado por la locura de tener más y más. Ganará más en paz y serenidad de espíritu cuando reduzca esas necesidades ficticias que nos imponen los que sólo anhelan vender más.
¿No podríamos simplificar nuestra vida, volviéndola más sencilla, para dedicarnos a nuestras aspiraciones profundas?... Tal vez haya llegado el momento de acallar y moderar nuestros deseos, como lo hace un niño en brazos de su madre, ya que no pretende grandezas que superan su capacidad, ni tampoco fomenta ambiciones desmedidas en su corazón.
Claudio Valerio
®. Valerius.
