Se cumple hoy, 30 de Diciembre, 30 años del retorno a la democracia. Una fecha que cabe destacar ya que, a partir de ese momento, finaliza el horror de la dictadura cívico militar que costó la vida de 30 mil argentinos y que destruyó el aparato productivo nacional; y comenzó una etapa, la cual no debe finalizar nunca, en donde los Poderes Ejecutivos, así como los legislativos, sean elegidos mediante la el voto popular.
Sin dudas que la democracia, como sistema de gobierno y de convivencia nacional, es un sistema totalmente perfectible, pero no cabe ninguna duda tampoco de que este es el camino que debemos transitar y profundizar.
Fue un desafío muy complicado el que asumió en aquellos momentos el presidente electo Raúl Alfonsín, quien recibió un país devastado económica e institucionalmente. El aparato productivo destrozado, la pauperización de la clase media, la profundización de la concentración de la riqueza; fueron consecuencias de medidas institucionales tales como la Ley de Entidades Financieras o la Ley de Radiodifusión que le hicieron un enorme daño a la salud política y económica del país. Cabe destacar que recién luego de 30 años, estas dos leyes emblemáticas de la dictadura fueron neutralizadas por la voluntad política de nuestra Presidenta Cristina Kirchner con la promulgación de la Ley de Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, y la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.
También, en aquellos días en que el poder político lo retoma el pueblo Argentino siendo electo Raúl Alfonsín Presidente, nuestro país había quedado totalmente aislado en términos de geo política internacional que fue consecuencia principalmente de las grandes violaciones a los Derechos Humanos, y por supuesto, de la nefasta estrategia del proceso de Reorganización Nacional, de llevarnos casi al conflicto con nuestro país hermano Chile, y de llevarnos a la guerra por Malvinas con Gran Bretaña, una potencia militar a nivel global. En este trágico conflicto, fueron nuestros valientes jóvenes quienes le pusieron el pecho, y a los cuales les tenemos que estar totalmente agradecidos. Mis amigos personales, "Coqui" Castellano, "Pini" Gómez y Claudio Baselice, de los cuales estoy sumamente orgulloso, fueron parte de esa generación que tuvo que dar la cara por los gravísimos errores que cometieron quienes quisieron dirigir el país sin el consentimiento popular nacional.
Ante esta situación de aislamiento en la política exterior, se le debe reconocer también a mi amigo personal, y con quien he trabajado políticamente durante muchos años, el Dr. Dante Caputo; el mejor canciller que tuvo la República Argentina, que supo afrontar políticamente, pesar de las presiones y los problemas que existían, avanzar en la medida de lo posible para la reinserción internacional. Fue así como se terminó con las hipótesis de conflicto que existían con Brasil y Chile, y nuestro país pudo afrontar una nueva etapa en el plano internacional.
Señor lector, lo que he comentado es un muy breve síntesis de lo importante que es destacar y revalorizar como argentinos la democracia, que tenemos que defender a ultranza y de la cual no nos tenemos que desprender nunca. Porque es en democracia, es en armonía, es en solidaridad y es en unidad la manera de lograr que nuestro país sea el país que todos deseamos y anhelamos.