Sería imposible pensar en leer un texto de letras negras sobre un papel color negro. Por lo general usamos colores de fondo claro y colores de letras oscuras o al revés, para que esta última resalte del fondo. Esto es el contraste, mientras más diferencia entre el fondo y la letra tenemos más contraste.
Cuando el apóstol Pedro terminó de dar su mensaje en pentecostés, generó en sus oyentes un contraste tan alto que se dieron cuenta que no podían seguir viviendo de la misma manera!
Pedro les contó acerca de Jesús, de todo lo que había hecho en la tierra por nosotros, de sus obras y milagros. Les contó que Jesús había entregado su vida por nuestros pecados, entregó su vida para salvar la nuestra.
Los oyentes vieron por primera vez su vida contrastada con la de Jesús, vieron la diferencia de su vida actual y su vida con Jesús. Se dieron cuenta que algo había que hacer, que no podían seguir su vida normal después de ver el contraste! Por eso, inmediatamente, le preguntaron a Pedro que podían hacer.
Hechos 2:37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿Qué haremos?
Esto es lo que pasa por nuestra cabeza y nuestro corazón cuando contrastamos nuestra vida, nuestras costumbres, nuestras maneras de hacer las cosas, nuestra visión, etc… con la vida del Señor, tenemos un contraste increíble! Tanto que no nos queda alternativa más que cambiar y dejar que el Señor haga su voluntad en nuestras vidas.
El problema está en que muchas veces nos encontramos con esta realidad y nos damos cuenta que tenemos que cambiar y hacer algo, pero no sabemos cómo, ni que.
Algo similar les paso a los oyentes de aquel día, y no dudaron, y le preguntaron a Pedro que tenían que hacer.
Gracias a Dios, Pedro les dijo a ellos y nos dice a nosotros,que tenemos que hacer y cómo seguir adelante, como cambiar nuestras vidas y como empezar este proceso.
Hechos 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo
Arrepentirnos por nuestros pecados y bautizarnos son el primer paso para recibir el regalo de la salvación que nos dejóJesús!Aprovéchalo, ahora mismo.Él quiere llenar tu vida! Que vas a hacer?
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¡Hasta la próxima semana! ¡Dios te bendiga! Luís Rodas
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