Cada año cómo es natural realizamos un balance del año transcurrido para definir si ha sido bueno en cuanto a experiencias, hechos, situaciones y también solemos compararlos con años anteriores.
En general relacionamos los acontecimientos con situaciones externas a nosotros, como si no tuviéramos ninguna responsabilidad en lo acontecido.
Lo cierto es que la vida es un devenir de oportunidades y según sean nuestras decisiones y nuestras elecciones serán los resultados aunque estos no se vean inmediatamente.
Cada acción supone una reacción, visible o invisible, cada movimiento o pensamiento por más sutil que parezca genera un cambio en la energía de cada ser y este cambio o movimiento de energía influye en el otro y en el planeta.
Los grandes cambios surgen de pequeños movimientos, a veces imperceptibles pero debe ser así para que perduren y tengan bases firmes.
Desde mi lugar de acompañamiento a padres y futuros padres estoy percibiendo el" gran cambio", muy sutil, muy suave, muy amoroso y lo que es más importante muy consciente.
Constato diariamente la intención de compromiso en la crianza de los niños por nacer, la necesidad de estos padres de vivir con total protagonismo esta etapa de sus vidas.
El interés por obtener información, recursos, ideas que tengan relación con los cuidados del recién nacido, la lactancia materna, la elección del pediatra, la mejor manera de comunicarse y vincularse con este nuevo miembro de la familia.
El cambio se está gestando donde debe ser, en el seno de la familia, en el corazón de los padres, que están entendiendo que está en sus manos la formación de este nuevo ser, no solo en relación a los cuidados físicos sino a los cuidados del alma.
Ana Lía del Mármol
Puericultora Universitaria
Doula
Terapeuta Maternal, egresada de la Escuela de Laura Gutman
puericulturaycrianza@hotmail.com
