MP: 51222 MN:35643
El fumar es hoy considerado como el más importante factor de riesgo prevenible en la incidencia y progresión de la enfermedad periodontal. La presencia de un "factor de riesgo" implica un aumento de la probabilidad que la enfermedad ocurra. Además tiene efecto adverso sobre los distintos tratamientos, periodontales, cirugías, terapia regenerativa e implantes.
Es importante considerar la cantidad de cigarrillos que consume el paciente fumador ya que la misma se relaciona directamente con la patología. Estudios epidemiológicos entre fumadores , ex fumadores y no fumadores, determinaron que la destrucción periodontal es mayor en los fumadores. La respuesta clínica a la cirugía con colgajo es peor en los fumadores comparado a los no fumadores y los ex fumadores tienen patrones similares a los no fumadores.
La encía del fumador puede confundir al paciente. La misma presenta poca inflamación y sangrado, es más fibrosa lo que le da un aspecto engrosado. Presentan bolsas profundas detectables únicamente con sondas periodontales. Por estos motivos los pacientes en general y sobre todos los fumadores deben concurrir al odontólogo cada seis meses, para detectar de forma temprana cualquier tipo de patología.
Muchos de los pacientes concurren a la consulta por mal aliento asociado al fumador, esto se debe principalmente a la mala higiene, en conjunto con el cambio constante de la calidad y cantidad de oxigeno de la cavidad bucal producto del humo del cigarrillo, que provoca un cambio de la flora bacteriana y una disminución de la actividad de la células que protegen el cuerpo.
Asociado al consumo de pipas, se observan quemaduras en los labios producto de las altas temperaturas desarrollada por las boquillas. Cuando existan estas quemaduras o lesiones, se debe cambiar el sitio de apoyo o suspender el consumo, para dejar cicatrizar la herida. Si la misma perdura más de 7 días se debe concurrir al profesional para una consulta.
Cuando el paciente se realiza una extracción se le recomienda no fumar por lo menos las primeras 72 hs. cruciales para que se establezca el coágulo y los tejidos desarrollen la reparación de forma normal. Pasada estas horas el paciente puede comenzar de a poco con sus hábitos, sin embargo siempre es una buena oportunidad para dejar de fumar.