Un juez de Garantías de Junín dictó ayer la prisión preventiva al mecánico Rubén Rodolfo Recalde, cuyo ADN fue hallado en las escenas de los crímenes de dos mujeres asesinadas en los comercios donde trabajaban, informaron fuentes judiciales.
El magistrado Marcos Cornaglia hizo de esta manera lugar a lo reclamado ayer por la fiscal Sivia Liliana Ermácora y le aplicó la medida restrictiva de la libertad al imputado, en el marco de la causa por el asesinato de la campanense Paola Tomé (38), quien fue hallada golpeada y estrangulada el mes pasado en Junín.
Cornaglia, quien subroga a la titular del Juzgado de Garantías 3, María Laura Durante, dispuso además que el imputado continúe alojado en la Unidad 49 de Junín.
Ermácora, quien a su vez subroga a la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFIJ) 6 de Junín, Vanina Lisazo, a cargo de esta causa, consideró "tener los elementos reunidos hasta el presente" para acusar a Recalde.
La fiscal considera al mecánico responsable del delito de "homicidio criminis causa", es decir matar para ocultar otro delito.
Recalde (53), con antecedentes por robos y violaciones desde 1980, fue detenido el jueves 6 de este mes a partir de la declaración testimonial espontánea de una mujer que sufrió un ataque similar al que padeció Tomé, aunque logró zafar de su agresor.
Por ese hecho, Recalde había sido condenado en 2009 a tres años y medio de cárcel, por lo que se encontraba en libertad desde dos meses antes del asesinato de la otra víctima de este caso, Sandra Colo (43), cometido el 16 de agosto de 2012, en el pelotero donde trabajaba, en Alem 388, de Junín.
En tanto, Tomé fue encontrada asesinada por su hermana el 17 de enero último, en el local de venta de ropa infantil "Rowena" de su propiedad, ubicado en General Paz 45, en pleno centro de Junín.
La hermana de la víctima ingresó al local y vio el cuerpo tirado en el piso, en un rincón del comercio, con un pañuelo negro en el cuello y con el pantalón bajo, con golpes en la cabeza y signos de haber sido asfixiada.
Tras la detención de Recalde, las autoridades tomaron una muestra de su ADN y el Laboratorio de Genética Forense de la Policía Científica bonaerense confirmó con un 99 por ciento de seguridad que el del sospechoso era el mismo encontrado en las escenas de los crímenes de Colo y Tomé.
En la causa, además, hay otras pruebas que implican a Recalde, como un video en el que se ve a un hombre, con la misma fisonomía que la del sospechoso, caminando por la cuadra del local de venta de ropa infantil "Rowena" donde fue asesinada Tomé, el mismo día del hecho.
Otra de las evidencias que comprometen aún más al detenido es una huella de zapatilla sobre sangre hallada por los expertos en rastros con una técnica y reactivos especiales en el baño del local donde la asesinaron.
De acuerdo a los peritos, el homicidio de Tomé fue cometido el día anterior, donde fue golpeada y estrangulada con un pañuelo negro que se encontró alrededor de su cuello, mientras que Colo también fue golpeada y estrangulada.
En coincidencia ambas mujeres murieron por "asfixia mecánica por estrangulación a lazo" y presentaban politraumatismos por golpes.
Según los investigadores la técnica de estrangulamiento es la misma en ambos casos, y desde la fiscalía se resaltó que el homicida "mata de la peor manera, mirándole la cara a su víctima".
A los investigadores les llamó la atención la similitud de los perfiles de las víctimas, ya que ambas tenían cerca de 40 años, eran solteras, no tenían hijos y trabajaban en comercios dedicados al rubro niñez. Además ambos crímenes fueron cometidos durante días jueves 16.
Teniendo en cuenta las coincidencias y los antecedentes de este hombre, los pesquisas no descartan que se trate de un "asesino serial", por lo que analizan al menos otros 14 casos de mujeres atacadas en los últimos 15 años en esa ciudad bonaerense.
Las sospechas se centran en causas en las que Las víctimas fueron atacadas por un hombre con fines de robo y de abuso sexual, cuando Recalde estuvo libre o con salidas transitorias de la cárcel".