La dinámica política no puede sorprendernos. Los movimientos en todos los sectores incluyen charlas, intentos de acuerdos, aproximaciones, rechazos, cambios de lado y tantas otras cosas, que no son ni más ni menos lo que sucede cuando el escenario político se sacude, según las circunstancias generales del país.
En Campana, pocos dejan de opinar o referirse sobre un tema instalado recientemente, relacionado con el cambio o no de parte de la Intendente Giroldi, del Frente para la Victoria, al Frente Renovador Peronista.
Analizando días pasados en radio esta situación, hay que comenzar diciendo que ambos sectores son peronistas o tienen su génesis en el peronismo, y que si bien se hallan en veredas distintas y algunos no quieren reconocerlo, o les moleste su mención, se trata de una puja entre la centro derecha y la centroizquierda peronista, representadas hoy por el massismo y el kirchnerismo respectivamente.
Imposible es entender un debate en cuanto a cual es el sector peronista, o cual es el más peronista de los dos.
Nadie podrá negar que Juan Domingo Perón, contenía, con su cintura y firmeza política, a ambos sectores alineados y encolumnados. Y haciendo un parangón con lo local, lo mismo ocurría con Jorge Varela en vida.
La pregunta es, ¿cuántos, ante una situación similar y con Varela presente, hubieran "plantado bandera" y de la forma que hoy parece lo hacen, cuestionarían una decisión eventual, solo posible, de cambiar de vereda por parte de la presidenta del Partido, tal como lo están haciendo hoy algunos grupos internos del peronismo?
Se puede entender que la oposición salga a utilizar esta situación tal como lo están haciendo, mezclando una cuestión partidaria con la gestión de gobierno. Es hasta lógico que ocurra.
Pero volviendo a la realidad interna del oficialismo, podría decirse que ciertos sectores prefieren ser mencionados como kirchneristas, massistas, sciolistas etc., y hasta pareciera que se reniega del peronismo, inclusive como fuente de surgimientos políticos, desentendiéndose y obviando que todos "han mamado de la misma teta", a excepción de los que, "enganchados" por conveniencia, han aprovechado para alcanzar lo que desde sus sectores de origen quizás, no hubiesen alcanzado. Cuestión debatible, pero el tema es, ¿quién lo debate?
Tantos años en los medios y en el periodismo político, me permiten recordar que esto que sucede en el oficialismo hoy, ha ocurrido históricamente en todos los partidos políticos. Sin ir más lejos, sucedió en las últimas elecciones donde vimos macristas y vecinalistas encolumnados con un sector peronista participando en las elecciones, o el radicalismo aliado con el socialismo y el GEN.
El oficialismo, históricamente han cruzado de veredas si así lo quieren llamar, ejemplos, Menem, Duhalde, R. Saa, N. Kirchner, Cristina Kirchner, pero, siempre dentro de un mismo marco, el peronismo, al margen de ser llamados duhaldistas, menemistas, kirchneristas, etc.
Ha sucedido lo mismo con otros actores políticos de la ciudad. Incluido el radicalismo, que en su momento (2007), llevó como candidato a presidente a un ex ministro del Duhalde y Kirchner, Roberto Lavagna, en lo que llamaron Concertación para una Nación Avanzada (UNA), integrada por peronistas alejados del kirchnerismo, radicales, desarrollistas y una treintena de partidos provinciales o locales en todo el país.
Pasó con el vecinalismo también, que estuvo cerca del kirchnerismo, jugó con Posse, Carrió, Alfonsin, De Narváez o el macrismo, y que en 2013 fue con Sergio Massa en las legislativas. Y podemos recordar muchos otros.
Pero nada de esto es criticable ni debe sorprendernos, tanto desde una óptica política llana, como desde una mirada "histórica" si se quiere. Pero, a pesar de ello, sí nos llevan a la sorpresa, cuando aparecen las declaraciones cruzadas sobre estas cuestiones, y que insultan o intentan subestimar a la sociedad suponiendo que nadie recuerda estos hechos políticos, y más aún al periodismo, al que se critica cuando estas cosas son recordadas y traídas a la opinión pública en momentos como este.
La política es dinámica. No es la de "antes". Los frentes, las alianzas, las concertaciones, los acuerdos, son situaciones comunes y hoy, no criticables. Los partidos políticos no son los de "antes", ya no se refiere a estos sino a figuras puntuales. Las estructuras partidarias se forman detrás de una o más figuras y eso es lo que se impulsa luego. Así aparecen los "ismos" políticos que a veces también intentan confundir.
Por cuanto, criticar en otros las actitudes políticas que el crítico también practica, es, ni más ni menos, que reírse en la cara de quienes finalmente, los llevamos con el voto a ocupar un cargo público, o no, llegado el momento.
Es así que un reacomodamiento político, el que todos llevan adelante cada dos años, no puede ser sorpresa para nadie, y tampoco argumento de cuestionamiento de unos para otros.