Fue en la calle Irigoyen en un asentamiento que crece sin control desde hace meses.
En medio de la lluvia, en horas de la tarde del viernes se produjo una violenta pelea entre familias okupas de un predio de ubicado a metros de la calle Irigoyen.
Por motivos que se desconocen, uno de los grupos antagónicos quemó una casilla y esto desató una feroz pelea con palos y armas de fuego.
En el lugar la policía detuvo a dos hermanos de apellido Rearte, de 17 y 24 años respectivamente, uno de los cuales tendría antecedentes penales.
Dos dotaciones de bomberos trabajaron en el lugar, además de varios móviles policiales.