Y ya comenzó la carrera para el 2015. No sorprende oír que la mayoría de los que integraron y defendieron "el modelo", día tras día están huyendo del barco que perdió el rumbo, para acomodarse en el bando de los que "hoy" se autodenominan opositores renovadores; un grupo compuesto por los otrora defensores del oficialismo actual, los mismos que más lejano en el tiempo también vivaron su ¿antípoda?, el Modelo neo liberal. Evidentemente es muy difícil mantenerse en el poder por un tiempo prolongado, de manera legítima y democrática. Y más difícil, parece ser, es mantenerse estabilizado en una misma línea política.
Bueno, todos podemos cambiar de pensamientos e ideología alguna vez, generalmente cuando logramos cierta madurez intelectual respecto de un tema, o quizás cuando somos movidos constantemente por pasiones endebles y momentáneas. (Dejamos de lado la desaparición de un espacio político dado que allí no hay otra opción viable). Cambiar no está mal, si el cambio es superador pero, en el ámbito político, esa premisa no es lineal dado que el cambio es generalmente movilizado en la búsqueda de un beneficio personal, como en este caso donde solo se lo hace para seguir manteniendo cierta cuota de poder a costa de traicionar los ideales.
En este sentido, deberíamos abrir cierto halo de reflexión y cuestionamiento. Bueno, nuestra historia reciente nos tiene varios ejemplos al respecto, como aquellos que quedaron con sus palmas rojas y sus gargantas agrietadas de tanto vivar al conductor del ciclo neo liberal y sus fiestas económicas, y un par de años después, no solo adoraban a un nuevo líder que salía de aquellas filas sino que además defenestraban toda la década por ellos tanto aplaudida.
Bueno estamos muy cerca de repetir la historia. Nuestro país tiene casi marcado el ciclo decenal como fecha de vencimiento y cambio de políticas. Y muchas aristas que marcan el destino de los Argentinos, y "la renovación" política o mejor decir el REACOMODAMIENTO de las placas políticas que sucumbieron a fines de los 90 y que corren el mismo destino en estos años, comienzan a generar temblores, sonidos, ruidos, pero todavía muy suaves. Pero, la cuestión no está netamente en que ellos se reacomoden una y otra vez, sino en que de alguna manera logran convencer al pueblo que son el cambio, y vuelven a ocupar cargos fundamentales y a traer "modelos innovadores" netamente opuestos a los anteriores (que ellos mismos ayudaron a construir).
Por todo ello, habrá que preguntarse si no seremos nosotros los que estamos identificados con líneas ideológicas realmente progresistas los equivocados. Bueno pronto comenzará la danza de los precandidatos y de los pases de bando a bando para seguir manteniendo el poder. Es parte del juego democrático, como también es parte de este juego que la sociedad le demuestre que realmente quiere cambiar la clase política y no aprueba más a quienes solo se cambian pensando en ellos y no recordando el compromiso con la sociedad. Y no se olvide, si saltan…es señal que se reacomodan.
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