Otra vez el sentimiento violeta se moviliza en toda la ciudad. Y no por un partido o un campeonato, sino por algo más perdurable, más caro al sentir de la comunidad del Club: el porvenir del mítico estadio de Mitre y Puccini. Y en las actuales circunstancias es triste ver como se aprovechan quienes en su momento no movieron un dedo ni dieron su apoyo para preservar lo que le pertenece a Villa Dálmine.
Sin pretender caer en un recuento estéril pero con la necesidad de exponer los hechos tal cual se desarrollaron hasta el día de hoy, recuerdo que fue en el año 2010 cuando se dio inciotoda esta pelea por el Estadio. Como presidente del Honorable Concejo Deliberante, anuncié en el programa de TV "Juego Limpio" que nuestro bloque presentaría la ordenanza para declarar al estadio "Patrimonio Histórico de la Ciudad de Campana". Esto respondía entonces no solo a una deuda que sentíamos el Estado tenía con el Club, sino también a las intenciones que tenía la empresa de pedir el desalojo de los predios.
Los fundamentos del proyecto, además de explicar el valor que dichos terrenos poseen para el Club y para Campana, demostraban como anteriores administraciones de la empresa habían donado la propiedad a la ciudad con el objetivo de que allí se desarrollaran actividades deportivas y de recreación. Esto entraba en contradicción con la nueva política de la compañía, hostil a la continuidad del Club en ese lugar.
Aprobada por unanimidad a comienzos del 2011, el oficialismo quiso arrebatarnos la iniciativa de un objetivo que nunca tuvieron en la mira e iniciaron negociaciones con la empresa sin incluir al HCD. Pero lo que es más irrisorio: comenzaron a implementar lo acordado en el "pacto" resultante sin que éste sea avalado por los concejales del poder Legislativo, lo que deviene cualquier acción ulterior relacionada en ilegal.
Lo cierto es que más allá de estos negociados -que incluyen el intercambio, para nosotros desigual, de los terrenos del estadio a cambio del puerto de frutos, un predio que por su estratégica ubicación vale muchísimo más-, lo que continúa asombrando a todos los que queremos a Villa Dálmine es la negativa de la Municipalidad de ceder el estadio de manera definitiva, cuestión que exigimos antes (eso nos costo en su momento una agraviante y descalificadora solicitada firmada por la actual intendente y el entonces dip. provincial) y que seguiremos exigiendo ahora porque el tiempo nos sigue dando la razon.
Los hinchas de Villa Dálmine, que esta semana se manifestaron en la puerta del palacio municipal pidiendo por la adjudicación definitiva de los terrenos al Club, saben que nosotros siempre hemos estado de su lado. A lo sumo, para evitar que los vivos de siempre estén al acecho, podría solicitársele al Club que modificara su estatuto para que si en algún momento Villa Dálmine dejara de existir, esos terrenos volvieran a ser propiedad de la comunidad. Pero que la escritura del estadio y sus inmediaciones debe estar en manos del Club no cabe la menor duda, nos reafirma en nuestro compromiso y nos incita otra vez a defender los derechos de esta institución deportiva. No por la foto -como varios han hecho durante esta semana-. No por un voto más o un voto menos, es por el compromiso de defender lo que es de todos los companenses, nuestro querido viola.
Como ultima reflexión también queremos darle nuestro compromiso de acompañarlos y apoyarlos en cualquier tramite que necesiten para conseguir el apoyo necesario para financiar la próxima campaña.
Carlos Cazador
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