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Es común atender urgencias dolorosas en el consultorio. Para llevar adelante terapéuticas que solucionen el problema, el profesional recurre a la aplicación de anestesia, inhibiendo el dolor. La consulta se vuelve más llevadera para el paciente que llega con una carga emocional muy fuerte.
Existen anestésicos en soluciones inyectables y de uso tópico. Las anestesias tópicas sirven para desensibilizar la zona que recibirá la punción del inyectable. La inyección puede ser aplicada cerca de la región a tratar, llamándose infiltrativa o puede ser aplicada en una zona anatómica estratégica en donde encontramos un ramo nervioso principal, esta técnica se denomina troncular.
Carticaína, lidocaína, xilocaína son las drogas que se utilizan en el ámbito odontológico algunas combinadas con epinefrina. En la actualidad el mercado provee al profesional diferentes largos y diámetros de agujas logrando ser lo menos traumático posible. La tasa de reacciones alérgicas ha disminuido considerablemente cuando fueron reemplazados los parabenos en la industria farmacológica.
La sensación después de la aplicación es de hormigueo o de inflamación. Puede durar varias horas el efecto, por ello se recomienda a los padres supervisar a los niños para que no se muerdan , ya que al no sufrir dolor, se lastiman fácilmente.
Puede administrarse a todos los pacientes, salvo situaciones particulares en que el médico contraindique el uso de vasoconstrictores. Sin embargo, estudios demostraron mayor efectividad del tratamiento con vasoconstrictores sin riesgo para el paciente, aunque esta discusión no es el objetivo de la nota. La información principal es que todos pueden realizarse tratamientos odontológicos con anestesia si este lo amerita, traduciendo esto en una atención más cómoda y en menor tiempo. Se recomienda visitar a su odontólogo cada seis meses.