Rabbì Jonàs, como catòlico y argentino de origen sirio, me complace agradecerle la moderaciòn de este Seder, y manifestar que nuestra herencia comùn el Profeta Elìas, cuya copa està en esta mesa, y su discìpulo el profeta Eliseo, tuvieron un ligamen especial con nuestra tierra Siria, donde Elìas favoreciò a una viuda en cuya casa encontrara alimento en su destierro, y Eliseo curara de la lepra al general sirio Naamàn.
Nuestro Señor Jesùs incursionò fugazmente en la zona fronteriza con la Galilea.En Antioquìa de Siria, comenzamos a llamarnos cristianos, y hoy, màs allà de los vaivenes de la historia ; los Seleucidas, los Romanos y luego Bizancio, el Imperio Arabe, el Otomano, la polìtica europea del siglo XX, y la cuestionada Primavera Arabe, el Medio Oriente se ha transformado en un mosaico de complejidad institucional para el cual deseamos a todos y cada uno de las naciones que la integran y sus diversas etnias y comunidades religiosas que la componen, incluyendo ciertamente Israel, paz y seguridad. Libertad religiosa y convivencia en una regiòn pluralista con vigencia de esa paz que viene de lo alto, que este Seder que nos muestra las raìces comunes, sea una de las expresiones para lograrlo. Salam. Shalom. Paz en la Tierra a los hombres amados por el Señor.
Abdala y Shalom se saludan luego de las palabras del primero.