Sr Director:
Solicito la publicación de la presente en el espacio del correo de los lectores
LA INTOLERANCIA
La mayoría de los argentinos actualmente somos intolerantes, con nuestras acciones, para con los otros y para con el país.
Este es un mal que debemos corregir para poder crecer como personas, para poder entender al otro aunque tenga ideas distintas, sean estas religiosas, culturales o políticas, a pesar de no compartirlas.
Si cambiáramos, que distinto sería, ya que podríamos tener acuerdos para lograr lo mejor de las ideas para el bien de todos aún con distintas ideologías. Además podríamos cambiar el humor y ver un futuro venturoso para todos, en paz y concordia.
Poder terminar con los flagelos que acucian actualmente a los ciudadanos decentes que cumplen con todos sus deberes y son víctimas de todo tipo de delitos por individuos incultos y sin formación ética, que avasallan todas las leyes, por no tener una solución de corregir su actuar en lugares que los culturicen y les de posibilidad de formación para su futuro.
Esto lo debemos comprender, ya que generalmente no se les ha dado oportunidades debidas a la intolerancia de quienes la hubieran de tener para los más desposeídos, y en lugar de esto creer que se puede solucionar con planes con valores dinerarios.
El único camino es la educación y la formación para el trabajo, como nos han enseñado nuestros mayores. Como lo decía un ex presidente: "el trabajo dignifica al hombre", cosa que aún hoy no lo interpretan o sí para conveniencia propia, no interesándose por los resultados que esto provoca.
Nuestra nación necesita gente que trabaje para engrandecerla y para progreso de su gente, además llama la atención que no recuerden lo que decía ese ex presidente: "Producir, producir y producir", cosa que hoy parecería que no les interesa, ya que se interponen infinidad de impuestos que generan desocupación y cierre de grandes, medianas y pequeñas plantas fabriles.
Los que aún trabajan se les descuenta por ganancias parte de lo que han ganado por su labor. Además los jubilados reciben menos que aquellos que reciben subvenciones, sumiendo a éstos a un nivel de pobreza que no merecen.
Por todo esto debo decir que hay intolerancia con quienes trabajan o han trabajado.
Miguel Angel Dipaola
DNI: 5.607.879