Buenos Aires, (NA)- La presidenta Cristina Kirchner recibió ayer en la Quinta de Olivos a la cúpula de la Iglesia Católica después de los cruces surgidos por el documento del Episcopado sobre la violencia en la Argentina.
El sorpresivo y hermético encuentro -sólo se difundieron imágenes de la reunión- se desarrolló entre las 17.00 y las 18.00 y fue "muy cordial", confirmaron fuentes oficiales a NA.
Junto al secretario de Culto, Guillermo Oliveri, la Presidenta recibió al titular de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, el secretario general, Enrique Eguía Seguí y el vicario general del Arzobispado de Buenos Aires, Joaquín Sucunza.
En la reunión se trató el documento de la Iglesia "Felices los que trabajan por la paz", que había desencadenado fuertes cuestionamientos por parte del oficialismo, debido a que en ese texto los obispos señalan que "la Argentina está enferma de violencia" y mencionan el "cáncer de la corrupción".
"Fue una charla muy distendida, en muy buenos términos, cordiales. Se habló del documento pero fue un intercambio muy constructivo", dijeron las fuentes consultadas por NA.