La celebración del día del padre aquí en nuestra Republica hace que me aparte por unos instantes de las reflexiones habituales. Es que miro a mi alrededor y veo a mis hijos jugar con sus enormes sonrisas y me siento eternamente satisfecho, sin necesidad que haya un día especial para recordarme que soy PAPA puesto que ese rol he asumido y lo ejerceré fervientemente hasta el último segundo de mi vida. Es que cuando uno es padre - sea de sangre o de corazón - da y da sin esperar más nada que el bienestar de sus hijos, y se siente satisfecho. No puedo dejar pasar por alto que también dentro del "dar" está la situación de generar conciencia en los hijos respecto de los limites, el respeto y las buenas costumbres (sumados al bloque educativo), puesto que sin estos puntos la materialidad resultara vacía y abstracta. Cuando nos toca oír el primer llanto, cuando la paternidad se transforma en realidad tangible, los sentimientos afloran, pero vienen acompañado de nervios y de temores, porque el futuro invade nuestras mentes. Dicen que para ser un buen padre, se debió ser un buen hijo, yo sin embargo me aparto y entiendo que para ser un buen padre se debe ser un buen hombre, y ello hablará por si solo de la calidad de hijo y padre que tenga cada uno. Y allí se presenta la pregunta sobre ¿Qué es ser un buen hombre?, anticipo que no habrá nunca una definición exquisita para cuestiones subjetivas como esta, por lo que mis palabras son una aproximación construida con mis ideales. Es difícil definir lo que es un buen hombre. Y desde donde partir para una definición es más difícil aun. Comenzare desde un punto al azar y diré que será un buen hombre el que tenga la capacidad de asumir las consecuencias de sus propios actos, actuando a conciencia y con honestidad. Para ello, este ser debe tener en claro cuando partir, cuando detenerse y cuando regresar. Es que ejercer el albedrio no es gratuito y debe hacérselo con sabiduría y paciencia. Únicamente así este hombre encontrará bienestar para su entorno, y por ende, para sí mismo. Pero este hombre no debe ser solo un ser abstracto y filosófico sino practico, ósea no debe solo "manifestar" con palabras su situación sino que debe practicar la virtud, demostrando que sabe lo que se debe hacer, y en el momento indicado lo hace. Este ser siempre caminara por la senda del respeto y la justicia, buscando la verdad incluso cuando esta le sea hostil o contraproducente a sus intereses, porque un buen hombre está preparado para las victorias pero también para las derrotas. Este hombre, siempre gentil ante la vida buscará compartir la mucha o poca sabiduría con la que cuenta, que ofrecerá con sus manos y ayudará sin esperar nada a cambio. En su diario vivir el buen hombre actuará sin odios, envidias ni ambiciones y por ello podrá ser un crítico constructivo. Este hombre, que buscará evitar cometer los mismos errores, lo que lo hará no tener vergüenza alguna al momento de reconocer que se equivocó o que no sabe algo. Un ser reflexivo, que evaluará sus acciones para saber dónde puede mejorarlas. Este hombre finalmente, mirará hacia abajo, no con aires de arrogancia sino para observar al caído y ayudar a levantarlo. Así para ser un buen padre, deberemos ser un buen hombre; un digno ejemplo para nuestros hijos, porque cuando se nos concede un hijo, debemos tener en claro la obligación que debemos asumir el tiempo que la naturaleza disponga. Alguna vez logré entender que la vida no consiste en no caer nunca, sino en levantarse todas las veces que sea necesario ante las caídas, que todos cometemos errores, pero lo hacemos porque intentamos. Por eso quizás aún no sea el mejor padre del mundo pero intento mejorar cada día, y mis hijos han de estar tranquilos, puesto que saben que seguiré estando allí para guiarlos o para extender la mano y levantarlos, cuando siendo hombres de bien, tropiecen o caigan. Pero también para aconsejarlos cuando así entienda necesario. Bueno, indefectiblemente allí, entre esas definiciones empieza el ser del buen hombre, que seguramente fue, es y será un buen hijo e indudablemente fue, es o será un gran padre. FELIZ DIA A MI PADRE Y A TODOS LOS PADRES DEL MUNDO.
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