Ya la gloria nos tocó con su varita mágica. Nadie puede evadirse de esta alegría tan profunda y esperada por tantos años.
Vimos a nuestros jugadores dejar sobre la cancha ese destello de fulgor, entrega y talento, sin dejar ni un minuto de sobrepasar sus fuerzas. Allí estaban nuestros muchachos, rápidos como el viento. Cautelosos y sabios. Enérgicos con la fuerza del trabajo agotador dejándonos la lección que nosotros podemos, tanto en el campo de juego como en la vida , mejorar, abarcando a todos.
Retumbó una y otra vez el cántico de la hinchada alentándolos para decidir el increíble sabor de la victoria.
Ya los están pidiendo para los mejores clubes del mundo una y otra vez superando aún los actuales equipos en los que desarrollan su talento.
Solo falta ese final difícil y energizante aunque para nosotros la gloria ya les tocó sus pies milagrosos, su mente ágil, y su corazón ardiente.
Nosotros, el pueblo nos ponemos de pie para aplaudirlos diciéndoles "Gracias por todo muchachos, sus goles y su fervor nos han enternecido el alma, han renacido nuestras fuerzas y fe junto al celeste y blanco de nuestra Bandera".
Rina Casulli
Suplemento de Todos