Hoy quiero contarte por qué estoy en política. Por qué razón, después de tantos años, elijo continuar representando a los vecinos como concejal. Y también qué significa ese rol. Porque algunos vecinos, al verme reunido con la gente por la inseguridad o recorriendo calles en pésimo estado, se acercan y me dicen: "Usted habla Cazador pero las cosas no cambian".
Y sabés que, tienen razón.
Presentó proyectos, llamamos la atención de las autoridades municipales ante los medios, difundimos los reclamos a través de nuestro programa "Primero Campana, Primero los Vecinos". En cada sesión del HCD, alzo la voz en defensa de esos vecinos que me llaman en la semana para pedirme ayuda. Pero es verdad, no alcanza. Las personas que se acercan a decirme que la situación no mejora, están en lo correcto.
¿Y sabés por qué no puedo hacer que las cosas cambien de verdad? Porque soy un concejal. Con todo lo bueno que ello tiene, por supuesto, pero también con todas las limitaciones que el puesto implica.
Un concejal no puede darle órdenes a una Secretaría o a una empresa concesionaria de un servicio, entidades que realmente tienen la facultad concreta de mandar más patrulleros, tapar un bache o sanear una cloaca rebalsada. Un concejal o un bloque de concejales no puede dictarle políticas al intendente municipal. Menos aun en la actual configuración del HCD local, en donde el oficialismo detenta la mayoría.
A mí no me gusta hacer promesas que sé que no puedo cumplir. Cuando me reúno con vecinos -pregúntenle a cualquiera que haya estado conmigo por algún problema- siempre les detallo los pasos que podemos seguir, las acciones que podemos tomar, a qué entidad acudir. Jamás les prometo la solución para tal día y tal hora, nunca voy con pilcha de intendente a regalar cosas, a meterme a sus casas y a decirles que ya estoy cambiando las cosas.
Eso, como dicen los chicos, es chamuyo.
Después de tantos años como concejal, conozco la fuerza que puede tener un proyecto y el papel que cumple el Honorable Concejo Deliberante en la comunidad. Para evidenciarlo sólo tengo que recordar dos proyectos recientes de nuestro espacio: la creación del "Museo Casa de los Costa, Historia de Campana" y la solicitud ante el ministerio de seguridad provincial para la construcción de una nueva comisaría, propuesta por el concejal Jorge Gozo y aprobada esta semana. Ideas que ya están en manos de la intendente para que, como bien lo dictamina el nombre del departamento que ocupa, EJECUTE su concreción.
Sin embargo, después de tantos años como concejal, también conozco el límite del rol. Para evidenciarlo, sólo mencionó el proyecto del Concejo Municipal de Seguridad, que el oficialismo primero ignoró, luego pareció compartir -la intendente en su discurso de apertura de las sesiones 2014 así lo afirmó- pero que nuevamente está en veremos. Concejo, como lo he repetido varias veces en columnas pasadas, que sería DE GRAN AYUDA para la gestión de la intendente en materia de seguridad, más todavía ante el inminente arribo de la Policía Comunal.
Las pequeñeces políticas son uno de los elementos más difíciles de sortear para cualquier concejal. Porque cuando un proyecto es bueno, todos se dan cuenta de ello, y no tendrían razón en oponérsele si no fuera por lealtades a su colores partidarios. Lealtades que privilegian lamentablemente el beneficio o la tranquilidad personal al bienestar de los vecinos que, con sus votos, los han elegido para ocupar ese cargo.
Como bien lo dictamina el nombre del departamento del que es parte, el concejal LEGISLA. Escucha, observa, pregunta, debate, propone. A veces tiene suerte pero cuando es oposición y parte de la minoría, la mayoría de las veces no. Y esto hace que algunos vecinos se pregunten: "¿Y entonces para qué me sirve a mí un concejal?".
La política es para mí una vocación que he decidido convertir en una herramienta para vos, para mis vecinos. Durante muchísimos años compartí esta demandante vocación con mi trabajo en la Esso. Y hoy sigo compartiéndola con el tiempo que le robo a mi familia: tengo una esposa, dos hijos grandes, una hija pequeña, que suelen reclamar más mi presencia pero saben, cómo sabés vos, que estoy en esto también por ellos.
Pero ahora ya sabés quién puede realmente cambiar las cosas, qué lugar tiene el verdadero poder. Y sabés quién tuvo la oportunidad hasta ahora y después de tanto tiempo no la aprovechó, o no se inclinó a hacerlo. Porque para ser intendente hay que tener decisión de pararse decir "Esto no va más". Para eso llegaste ahí, para eso te votaron, para eso te pagan.
Y para ser intendente, para dejar que alguien te demuestre que las cosas pueden cambiar, tenés que darle una oportunidad. Tenés que decirle "Dale, a ver qué podés hacer", y acompañarlo. Y una vez ahí, controlarlo, perseguirlo si es necesario, recordarle "Vos me pediste una oportunidad, yo te la di, ahora te necesito a mi lado".
Depende de vos. Yo voy a pedirte una oportunidad, pero no todavía. Ahora es tiempo de seguir recorriendo la ciudad, de continuar escuchando los problemas de los vecinos, de seguir encontrando juntos posibles soluciones. Como todo buen concejal.
Un fuerte abrazo,
Carlos Cazador Cel 15676483
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