En la presente columna, mi objeto es hacer referencia a la conferencia del expositor David Sasson sobre el "Paradigma Holístico de Aprendizaje", en el marco del Primer Congreso Latinoamericano de Aprendizaje Mediado, el cual se llevó a cabo los días 2, 3 y 4 de noviembre de 2000 en las instalaciones del Colegio De La Salle de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En este evento cultural -organizado por la Asociación Educacionista Argentina-, tuve la valiosa oportunidad de participar en calidad de oyente; a continuación quisiera compartir mis apuntes.
En relación al Paradigma Holístico de Aprendizaje, el disertante David Sasson se propone hablar del "Entorno que favorece el aprendizaje del niño". David Sasson sostiene que el entorno de aprendizaje afectará inevitablemente -positiva o negativamente- al niño. Sasson habla específicamente de siete criterios que marcan una diferencia en una interacción positiva versus un entorno negativo, ellos son:
Primero. Dinámico: un entorno dinámico es aquel que continuamente suscita motivaciones y la disposición de avocarse al niño al proceso de aprendizaje. Mientras que un entorno estático no crearía la necesidad del niño de avocarse al proceso de aprendizaje.
Segundo. Flexible: un entorno flexible es aquel que permite suministrar recursos diversos y diferenciados. Mientras que una estructura social rígida se basa en el argumento de que la sociedad posee una limitada cantidad de recursos y la distribución debe ser homogénea.
La distribución de nuestro tiempo, de nuestros recursos y medios debe ser diferenciada puesto que cada niño tiene necesidades diferentes. En este sentido, David Sasson afirma que es necesario ser flexible, esto es, es necesario dar al niño diversidad de recursos y la distribución debe ser diferenciada, según las necesidades particulares de cada niño. Cada niño debería someterse a tests escolásticos, y la metodología de evaluación también es relevante.
Tercero. Heterogeneidad: David Sasson sostiene que un grupo más heterogéneo de alumnos no es conveniente, porque habría una interrupción continua de alumnos que no entienden. En cambio, un grupo homogéneo de alumnos favorece el proceso de aprendizaje.
En caso de estar frente a un grupo heterogéneo, David Sasson afirma que el niño que entiende puede explicar al niño más lento, de esta manera, se logran dos objetivos simultáneamente: a) el niño más lento aprende por los pasos que el niño que entiende, la explica; b) el niño que entiende, que es más rápido, hace una retrospección sobre los pasos aplicados, tomando conciencia de estos pasos dados.
En grupos heterogéneos, el mediador debe pensar en forma creativa, dando tareas diferentes en el mismo grupo.
Cuarto. Individualismo. Respecto a este criterio, Sasson sostiene que dar una tarea en forma global en un grupo heterogéneo es marginar a aquellos alumnos que no tienen buena comprensión.
Quinto. Exigente. En relación a este criterio, Sasson afirma que ser demasiado exigente o ser demasiado flexible con el niño, son extremos que no son buenos. Un niño presionado no es bueno; un niño relajado no es tampoco bueno. Hay que buscar un equilibrio. El desequilibrio está relacionado con la disonancia cognitiva.
Sexto. Creencias. Se trata de aquel entorno que necesita crear creencias. El mediador debe reflejar en el niño esa creencia. Es importante que el entorno y los diferentes actores desarrollen esa creencia. El mensaje -ya sea verbal o no verbal- que transmitimos es sumamente relevante.
Siete. Feedback. Se refiere a la retroalimentación, a la introspección. Esto se traduce en atribuir un "valor social", el de proporcionar valor y conocimiento del proceso de aprendizaje. La valoración de los logros de los niños supone una gratificación diferente.
Ana Carolina Erregarena
Licenciada en Letras
Profesora de Enseñanza Media y Superior en Letras
Especialización en Lingüística
Egresada de la Universidad de Buenos Aires
