Visibilidad del pensamiento y Marco de Enseñanza para la Comprensión en Austin-ebs
En tiempos de tantos cambios, es nuestra responsabilidad como educadores repensar el qué y el cómo abordar el proceso de enseñanza-aprendizaje; debemos replantearnos qué es lo que tenemos que hacer de manera diferente para atender las demandas de las nuevas generaciones en la práctica diaria.
Si nos concentráramos en un ideal, claramente pensaríamos en un aula donde los alumnos estuvieran realmente interesados en su proceso de aprendizaje y donde los docentes tuvieran el deseo natural de innovar, de aceptar y de abrazar el cambio. Para que esto sea posible, es necesario plantear nuevas estrategias que orienten el proceso a un aprendizaje significativo, un proceso donde los alumnos sientan que "tiene sentido aprender", donde puedan comprometerse con su propia manera de pensar, generando un pensamiento crítico, basado en información sólida… un proceso donde el docente facilite situaciones en las que la "duda", la "indagación" y el "interés" por saber más, por llegar a conclusiones propias, sean el verdadero objetivo y el "aprobar" o "la nota" no sean más que un complemento (no por complemento menos necesario).
En Austin trabajamos desde nuestros inicios basados en lo que en Proyecto Zero, de Harvard Graduate School of Education llaman el "Marco de Enseñanza para la comprensión -Epc", complementado por la llamada "Cultura del pensamiento" o "Visibilidad del pensamiento".
El marco de Epc basa el proceso de enseñanza-aprendizaje en 3 grandes preguntas, que están presentes en cada momento áulico, en cada planificación, en cada actividad desarrollada:
" ¿Qué queremos que nuestros alumnos realmente comprendan y por qué?
" ¿Cómo podemos enseñar para involucrar a nuestros alumnos en la construcción de esta comprensión?
" ¿Cómo podemos saber, nosotros y ellos, que su comprensión se está desarrollando?
La visibilidad del pensamiento (Visible Thinking), por otro lado, es un marco que colabora con el enriquecimiento de las diferentes áreas del aprendizaje, incentivando el desarrollo intelectual de los alumnos y generando una disposición hacia el pensamiento y la comprensión profunda. A través del uso de "rutinas de pensamiento" (protocolos simples para explorar ideas), los alumnos logran una mayor motivación por aprender, desarrollan sus habilidades intelectuales y su capacidad de estar "alerta" a las diferentes oportunidades de aprendizaje.
El concepto "visibilidad del pensamiento" ayuda poner en práctica un "aula con disposición al pensamiento". La idea es tomarnos un break y preguntarnos: "Es realmente visible el pensamiento en este aula?"; "Están los alumnos explicando cosas unos a otros?"; "Están surgiendo ideas creativas en el aula?"; "Estoy incentivando a que haya diferentes interpretaciones?"; "Están los alumnos generando un debate y preparando un "plan de acción?"… Lo importante es siempre "animarse a más", perder el miedo a lo diferente, a lo desconocido…
Ya hace cinco años que trabajamos como institución para implementar estas nuevas prácticas, hemos recibido capacitación local e internacional y varios de nosotros hemos tenido la oportunidad de participar en jornadas de capacitación en PZ, de Harvard GSE, trabajando con grandes líderes de la innovación educativa como Howard Gardner, David Perkins y Mark Church entre tantos otros, enfatizando la necesidad imperiosa de animarse a "cambiar", a pensar y repensar juntos el aprendizaje del futuro, a abordar con coraje las necesidades de las nuevas generaciones.
En un mundo globalizado, tan digitalizado, tan extremadamente cambiante, donde intentamos entender cosas como de qué manera funciona un Smartphone, cuáles son sus diferentes aplicaciones, y donde, paradójicamente, no logramos comprender cómo, con tanta tecnología un avión desaparece para nunca más saber nada de él, no podemos dejar de reflexionar sobre lo que debemos "hacer" y "dejar de hacer" para que nuestros alumnos salgan de nuestras aulas con herramientas que les sirvan mucho más allá de su paso por la escuela, mucho más allá de una materia aprobada, de un contenido adquirido. Los educadores debemos comprometernos y ayudar a nuestros alumnos a que ellos mismos se comprometan y que sean PROTAGONISTAS de su propio proceso de aprendizaje, que sean, finalmente los AUTORES de su propia historia.
Prof. María Eugenia Cossini
Executive Director