Este año Villa Dálmine despidió físicamente a dos futbolistas, que por sus méritos lograron ocupar un sitio destacado en la historia del club. Ambos fueron Campeones.
FELIX CHIARLE. Su comienzo en Primera fue en 1956 en Huracán de Campana; 1957 River de Bs.As. militando en Cuarta, Tercera y Reserva; 1960 Campeón de Segunda de Ascenso con el Deportivo Español, como half y zaguero izquierdo. En 1961 pasó a Dálmine, para ser un volante central o lateral, de andar elegante en la cancha. Ideal en el despeje de las pelotas aéreas con su 1,84 de altura. Fino en la entrega del balón al compañero mejor ubicado. Fue Capitán y protagonista de la primera vuelta olímpica del "viola" y luego también en 1963. No conocía las artimañas para sacar ventajas ante el adversario.
Chiarle, un apellido poco común. Una amargura en aquel año 1958, cuando José Barreiro era el técnico de San Lorenzo, por una posibilidad frustrada para volver a jugar en Buenos Aires, pero en modo especial, por ese pasaporte que no consiguió para jugar en Francia. Había nacido en Río Grande Do Sur, Brasil, el 18 de septiembre de 1938, viniendo con su familia a radicarse a Campana a corta edad.
CARLOS ALBERTO VAZQUEZ. Vivía en Lanús y estuvo ocho años en las inferiores del Club Independiente de Avellaneda. Con edad de Tercera llegó a Quilmes. Al año siguiente Bánfield, llegando a ser suplente de Primera. En 1968, D´Angelo lo lleva a Brown de Adrogué, que militaba en la "C". Luego en 1974 llega a préstamo a Dálmine y el 13 de diciembre de 1975 fue su tarde inolvidable ante su ex club. Dálmine venció en Adrogué a Brown por 2 a 0, logrando su tercer ascenso: Campeón de Primera "C", a la Primera "B", con la magnífica conquista del "Holanda de la C".
En el ´80 una nueva camiseta, la de Defensores Unidos de Zárate. En el ´81/´82 fue Subcampeón de la "C" en Colegiales. El retorno a nuestra ciudad fue en 1983, para integrar el plantel de Puerto Nuevo. Luego jugó los Regionales en Tablense de San Pedro, donde salió Campeón y en 1985 culminó su trayectoria deportiva en otro Regional, para Estrella del Este.
Como aconteciera con otros futbolístas, en 1975 dejó el Lanús de su infancia para venir a vivir a Campana. Tres de sus cuatro hijos, son campanenses.
"Feliche" y "El Cabezón", apodos con los cuales solían llamarlos sus amigos, supieron ganar su afecto por todo lo bueno que entregaron en su paso por esta vida.
