Como local, el Violeta perdió 1-0 en el primer partido de la final del Reducido, por lo que quedó obligado a ganar el lunes como visitante, para ascender al Nacional "B"
El primer chico fue para Tristán Suárez. El equipo de Ricardo Caruso Lombardi acertó un pleno en una pelota parada y, a pesar del orgullo y la entrega que mostró Villa Dálmine en el segundo tiempo, se quedó con la victoria en Campana. Por eso, el lunes, en la revancha de esta final del Reducido, le alcanzara con un empate como local para conseguir el ascenso al Nacional "B".
Nada para reprocharle al equipo de nuestra ciudad. Sobre todo por lo hecho en el complemento, cuando demostró corazón y sacrificio para ir a buscar el empate más allá de sus limitaciones. Por eso, y por todo lo realizado en esta campaña, el Violeta se fue muy aplaudido y con un cántico que confirmaba que la esperanza está de pie: "En la cancha de Suárez, vamos a ganar y la vuelta vamos a dar", se escuchó en Mitre y Puccini.
Es que los segundos 45 minutos mostraron a un Villa Dálmine decidido, con mucha hambre. Especialmente luego de los cambios introducidos por Sergio Rondina, quien cada vez que realizó una variante le dio mejores argumentos a la ofensiva (incluso cuando Valdez salió por una molestia muscular). Es cierto: le faltó punch a su equipo. Rossi y Pereyra estuvieron imprecisos y Cérica, a pesar de su movilidad, tampoco tuvo una clara. Y los mediocampistas nunca pudieran quebrar líneas y sorprender.
Pero con Stefanelli y Nouet abiertos por los costados, con Rossi y Cérica por el centro, más el empuje de Renso Pérez, Falcón, Núñez y la multitud que llenó el estadio, el elenco de nuestra ciudad exigió a la defensa visitante en varias oportunidades durante el complemento.
La mejor oportunidad que generó fue una triangulación Pérez-Cérica-Stefanelli por derecha que terminó con el desborde y centro atrás del juvenil. Sin embargo, el balón fue rechazado por Cajaravilla cuando Rossi y Cérica llegaban para el toque final.
En tanto, Suárez descansaba en su férreo sistema defensivo (sus dos líneas de cuatro jugaron siempre cerca una de otra) y buscaba aprovechar los espacios que le dejaba Villa Dálmine. Y casi se lleva un premio muy grande, porque tanto Quintana como Diz tuvieron situaciones muy claras para ampliar la diferencia en ese segundo tiempo.
Por suerte para el Violeta, no pudieron liquidar. Igualmente, Tristán ya había hecho su negocio en la primera parte, a los 28 minutos, luego de un tiro libre muy bien ejecutado por Friedrich que Diz mandó al fondo de la red con un cabezazo de avezado goleador.
Por entonces, el partido era friccionado, áspero. Es que el árbitro Eduardo Gutiérrez no mostró amarillas en las primeras infracciones de la visita, que fueron fuertes y merecieron tarjeta. Entonces, los nervios dominaron la escena y los jugadores Violetas también empezaron a "meter". Y ese contexto le sentó más cómodo a Tristán Suárez: el del partido trabado, disputado, hablado.
Recién cuando quedó en desventaja y Gutiérrez empezó a sacar amarillas, Villa Dálmine se tranquilizó e intentó jugar por los costados. Para entonces, la visita ya le cedía el balón y se defendía con acierto ante un ataque que no encontraba precisión ni desequilibrio. Por eso, en el complemento, el Violeta apeló a la entrega y a su orgullo, dejando la piel en el terreno. Y por el esfuerzo realizado, mereció una recompensa.
No la tuvo ayer. Quizás el lunes, en Tristán Suárez, este Villa Dálmine encuentre su recompensa a tanto esfuerzo. Y, quizás, entonces pueda festejar mucho más que una victoria. La final no está cerrada, el sueño Violeta sigue de pie.
Síntesis del partido
Villa Dálmine (0): Carlos Kletnicki; Juan Celaya, Matías Valdez, Rubén Zamponi, Jorge Demaio; Renso Pérez, Horacio Falcón, Diego Núñez, Jonathan Figueira; Esteban Pereyra y Javier Rossi. DT: Sergio Rondina. Suplentes: Pedro Fernández, Carlos Fernández, Diego Grecco, Mauro Frattini, Matías Nouet, Nicolás Stefanelli y Ezequiel Cérica.
Tristán Suárez (1): Darío Capogrosso; Gaston Bottino, Ezequiel Vicente, Dario Cajaravilla, Facundo Talín; Daniel Imperiale, Marcos Britez Ojeda, Ezequiel Rodríguez, Elvio Friedrich; Matías Orieta y Facundo Diz. DT: Ricardo Caruso Lombardi. Suplentes: Mauro Beltramella, Matías Molina, Nicolás Igartúa, Cristian Trombetta, Fernando Luna, Mathias Saavedra y Alejandro Quintana.
Goles: PT 28m Facundo Diz (TS).
Cambios: ST 7m Quintana x Orieta (TS); 10m Cérica x Pereyra (VD); 14m Nouet x Valdez (VD); 20m Molina x Rodríguez (TS); 24m Stefanelli x Figueira (VD); 34m Trombetta x Brítez Ojeda (TS).
Amonestados: Falcón y Celaya (VD); Capogrosso, Rodríguez, Imperiale y Friedrich (TS).
Cancha: Villa Dálmine.
Árbitro: Eduardo Gutiérrez.
Capogrosso dio rebote y Pereyra no llega a empujarla.
Titulares y suplentes todos merecedores del gran aplauso final.
El marco del estadio fue espectacular.
El Otto Falcon tuvo mucho trabajo y como siempre las peleó a todas.
Zamponi desperdicia una oportunidad favorable al violeta.
Cuando el partido ya terminaba el Otto no pudo definir.
Figueira no pudo desequilibrar como en otros partidos.