En 1954 una gran industria se instala en Campana y abre grandes posibilidades de trabajo para sus habitantes. Para que sus dependientes y familiares tuvieran un lugar adecuado para la realización de actividades deportivas, sociales y culturales, los directivos de la Empresa Dálmine SAFTA, alentaron la constitución de una entidad para cumplir tales objetivos.
Esta iniciativa tuvo eco favorable entre los encargados de hacerla realidad y fue así que adquirieron un gran solar vecino a la fábrica, ubicado en la calle Chiclana 209. Allí los trabajadores de la firma señalada, se reunían en bailes y dirimían rivalidades deportivas. Las distintas secciones integraron equipos de fútbol y se organizó en ese mismo año el primer campeonato.
Luego se llegó a toda la comunidad y de esta manera en lo que en un comienzo, allá por el 20 de noviembre de 1957, se denominó "Centro Cultural y Deportivo Dálmine SAFTA", creándose una institución jurídicamente independiente de la tutela que hasta ese momento venía ejerciendo la Empresa Industrial que la había creado. Fue el 28 de abril de 1960, cuando pasaba a ser una entidad civil.
Para ello se reúnen los señores Alberto Magrini, Guido Postinghel, Nelson Paladino, Fernando Cabrera, Mario Acosta, Rodolfo Nesci, Hugo Gaggiotti, Andrés Blachere, Alberto López, Donato Cuezzo, Federico Mauriño, Roberto De Paoli, Adriano Ghilardi, Carlos Rho y Ricardo Lomeña, quienes en Asamblea Constitutiva, disponen la fundación oficial del Club Dálmine y de esa manera designan una Comisión Directiva provisoria, cuyo presidente es el Sr. Alberto Magrini.
El 16 de junio de 1960 se trata: 1º)- Consideración y Aprobación del Estatuto. 2º)- Elección de la Comisión Directiva. En el Estatuto sancionado, se instaló con la denominación de "Club Dálmine". La entidad siguió creciendo con el correr del tiempo y pronto le quedó chico jugar en el Campeonato de la Liga Campanense, entonces sus directivos pensaron en afiliarse a la AFA. Este paso se concretó el 14 de abril de 1961, contando en aquel momento con el valioso respaldo de la entidad madre del fútbol local, que tenía como Presidente al Sr. José Carestía y a los señores León Kolboniesky, Presidente del Club Atlanta y Manuel Rico, Secretario del Club "bohemio" y a la vez Secretario General de la AFA.
Una exigencia reglamentario de la Asociación del Fútbol Argentino, obligó a agregar "Villa" a su nombre. Es así que en Asamblea General Extraordinaria del 15 de junio de 1961, se fija la actual denominación, es decir "Club Villa Dálmine".
Con relación a los colores de esta entidad se eligió el violeta, ya que no se quería que tuviera similitud con algún otro y como el tono parecía un tanto "tétrico", se trató de matizarlo con el blanco y de esta forma se hizo popular e identificatoria la tonalidad violeta-blanco como emblema del citado club.
En el año 1961 debuta en el Campeonato de Aficcionados de AFA y sus primeros partidos de local los juega en el Estadio Municipal, por no tener en ese momento terminado su campo de juego, el cual se inaugura el 20 de junio de ese mismo año, con un encuentro amistoso ante el elenco representativo del Club Atlanta. Era muy agradable ver ese nuevo estadio, con una sola entrada principal y sin rejas, para contener a los violentos. Con un palco para el periodismo e invitados especiales. Y en el campo de juego José Marante dirigía a sus hombres.
Ese equipo mataba. Su campaña fue sensacional, En su Zona "B", en 22 partidos obtiene 21 triunfos y una sola derrota, de visitante antes Defensores de Almagro por 2 a 0. Marcó 80 goles y recibió 15. En la rueda final en cinco presentaciones obtiene 4 victorias y una derrota ante Fénix. En el Desempate Final ante Arsenal, el primero en Vélez lo ganó 2 a 0 y la revancha en Boca 4 a 2.
Masuelli; Gutiérrez y Coronel; Dopazo, Chiarle y Montero; Borean, Montero, Cesáreo, Godoy y Moyano, dieron la primera vuelta olímpica. El 17 de diciembre de 1961, todo Campana fue una fiesta. Muchas damas lucieron con orgullo ese color tan bonito para la más humilde de las flores.
Hoy sus dirigentes, cuerpo técnico, jugadores, socios e hinchas, reviven merecidamente aquella enorme alegría en el mismo comienzo de su vida institucional y deportiva.